"Sería injusto no reconocer a los sacerdotes que ofrecen todo por el bien de los demás"
En una carta dirigida a todos los sacerdotes del mundo, el Papa Francisco reapareció públicamente con declaraciones sobre los abusos sexuales en la Iglesia. En el texto, resaltó el deseo de transformar "la omisión del pasado en solidaridad del presente", como modo de respuesta a los delitos cometidos, en tanto defendió a los curas que se sienten atacados y acusados por supuestos crímenes que no cometieron.
Pese a que pidió "estar más atentos frente a los sufrimientos humanos" y deseó que la transparencia y la sinceridad se conviertan en métodos para combatir los abusos, aclaró: "Sin ignorar el daño causado, sería injusto no reconocer que muchos sacerdotes de manera constante e íntegra ofrecen todo aquello que son y lo que tienen por el bien de los demás".
En febrero pasado, el Sumo Pontífice había adoptado una decisión sin precedentes en el ámbito eclesiástico, al expulsar de la Iglesia católica al excardenal estadounidense Theodore McCarrick, de 88 años, acusado de abusos sexuales contra al menos un adolescente, hace casi medio siglo. Así, envió un fuerte mensaje de tolerancia cero.
Expulsar a un prelado es considerado como el castigo más grave para un eclesiástico, privado de todos sus derechos y prerrogativas de sacerdote, como celebrar misa.
Ante la inminencia de las comicios presidenciales, el jefe de la Iglesia no se refirió a la coyuntura que atraviesa Argentina. Luego de enviar guiños a la oposición a comienzos de año, como los fueron las reuniones con Hugo Moyano, su hijo Pablo y Juan Grabois o la foto junto a Eugenio Zaffaroni, desde hace tiempo que evita hacer alusión al contexto electoral.
El último mensaje político que envió fue el 25 de mayo, cuando ante la mirada del presidente Mauricio Macri y todo su Gabinete, el arzobispo porteño, Mario Poli, pidió ir hacia "un gran pacto nacional con mirada amplia y generosa" que supere a la grieta.
Durante aquella homilía en el Tedeum, el cardenal rememoró en varios pasajes al máximo mandatario del Vaticano y apuntó contra las empresas comunicacionales que crean "subjetividades" que "no pocas veces sus impactos mediáticos logran instalar confusión y desaliento".