“Ni por puta”. Gabriela Michetti corta el teléfono tajante. Del otro lado, Federico Pinedo esperaba una definición sobre las sesiones que se vienen antes de fin de año, y que deberían ser encabezadas por la vicepresidenta. “Estoy hasta las pelotas de laburo”, se excusó Gaby, mientras se empujaba un Marroc.

Ocurre que en las últimas semanas, la agenda de la ex vicejefa de Gobierno porteño estuvo absorbida por las reuniones con su equipo de comunicación, que le prepara casi obsesivamente una rutina de “declaraciones al pedo”, las favoritas de la vicepresidenta.

“Le encanta hablar sin que le pidan: desde la inflación hasta la lesión del Pipa Benedetto, opina de todo”, confiesa uno de sus principales asesores, en estricto off the record, y agrega que en la intimidad ha llegado a hacer declaraciones “incluso contra ella misma”.

De acuerdo al borrador de la agenda al que tuvo acceso a El Canciller, Michetti opinaría en los próximos días sobre la desvinculación de Santo Biasatti de Telenoche; la supuesta crisis entre Facundo Moyano y Nicole Neumann, y las burlas de Brian Sarmiento a jugadores de Central antes del clásico.

“Sospecho que sos pecho, Brian”, se la jugaría Michetti, siempre según el guion redactado por sus colaboradores. En el mismo sentido, reclamaría que Laura Ubfal reemplace a Biasatti al frente de Telenoche y que Moyano le pida disculpas a Nicole con una solicitada en revista Caras.

En el Gobierno admiten que la estrategia de Michetti “puede traer algún que otro quilombo”. Al respecto, un funcionario cercano a Macri advirtió que “cada vez que abre la boca, sufro más que cuando atacan por el lado de Casco”.

En el michettismo minimizan el supuesto problema y aseguran que, al contrario, “cuando habla Gaby, sube la imagen del Gobierno”, aunque todavía “no sabemos bien de cuál”.