Claudio Tapia llegó al cumpleaños de Carlos Tevez camuflado. Acaso para pasar desapercibido, el hombre fuerte de la AFA eligió un discreto pantalón de cuero blanco, una remera al cuerpo dorada y unos stilettos rojos. A su lado caminaban, casi imperceptibles, cincuenta barrabravas que hacían las veces de seguridad. "No eran 50, eran 48", aclararon voceros del Chiqui.

Apenas unas horas después del cuestionado arbitraje que perjudicó a San Lorenzo contra Boca, Tapia no tuvo inconvenientes en visitar al Apache. "Es una putísima coincidencia, ¿qué querés que haga, descendido?", se enojó Tapia. Más tarde, ofrecería disculpas y cuatro plateas para ver a la Selección en alguno de los amistosos a los que nadie quiere ir.

A lo largo de la noche, al jefe de la AFA se lo pudo ver conversando con distintos jugadores, ex jugadores, árbitros, representantes coimeros y periodistas vendehumo, entre otros protagonistas habituales del mundo del fútbol. También se animó a tirar algunos pasos, sobre todo cuando el DJ mandó a la cancha a "Scooby Doo Pa Pa!".

Pero lo mejor ocurrió cerca de las tres de la mañana, cuando ya visiblemente emocionado por el curso del cumpleaños, y con una copa en la mano, le pidió a Carlitos salir afuera a llamar a "un amigo que te quiere saludar". Ese amigo era ni más ni menos que Jorge Sampaoli. "Bueno, Carlitos, saludarte y anticiparte que vas a estar en una lista", le adelantó el técnico de la Selección, aunque sus voceros se apuraron en aclarar que se trataría de "una lista de Spotify" y no de la del Mundial. "No sabíamos que seguía jugando, le perdimos el rastro después de China", se excusó una fuente del cuerpo técnico.

La escena fue seguida de cerca por Martín Arévalo, cronista y asistente de Tevez, quien ofreció su versión de lo acontecido. "En un momento, mientras Carlitos volaba y volvía a su nivel interplanetario, Sampaoli no aguantó más y lo llamó para preguntarle si prefería jugar solo o con Messi", indicó Arévalo, de acuerdo con quien la respuesta de Tevez habría sido "que no le jode" jugar con Leo.

Sobre el final de la fiesta, ya a la luz del día, y al mismo tiempo que Pablo Pérez se barría pateando sillas, el Chiqui Tapia pidió un minuto para saludar a Tevez delante de todos y darle su regalo. "Sos como un hijo para mí", se emocionó Tapia y, mirándolo a los ojos, lo sorprendió: "Y como sos de Boca como yo, te traje de regalo estos dos goles en offside para que uses cuando quieras". Lo que siguió fue un abrazo infinito y una enorme ovación.

A su turno, Carlitos agradeció la presencia del Chiqui, los llamados y el contacto con Sampaoli. Sin embargo, no todo es fútbol para el jugador del pueblo. Por eso, y en el único breve silencio que se hizo durante su discurso, anticipó cuáles son sus verdaderos objetivos para este año: "Recuperar la que perdí en bitcoins".

Otros de los invitados a la fiesta de Tevez fueron Rafael Di Zeo, Martín Palermo, Roberto Leto, Belu Lucius y Yao Cabrera.