La escritora Susan Braudy, es la nueva víctima de la trágica realidad Hollywoodense. Esta vez, el protagonista es el actor Michael Douglas, para quien trabajó durante la década de 1980. La ex empleada denunció haber sufrido un acoso sexual durante meses en los que se sintió muy humillada.

Braudy dirigía la oficina de Nueva York de la productora de Douglas y, allí mismo, el actor empezó a seguirla diciéndole comentarios lascivos sobre su vida sexual y su cuerpo.

El acoso continuó y se fue acrecentando hasta que un día vio "cómo el actor se metía las dos manos en sus pantalones desabrochados" frente a ella."Me di cuenta horrorizada de que se estaba frotando sus partes íntimas. En segundos, su voz se quebró y me pareció que había tenido un orgasmo", narró al medio Hollywood Reporter.

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La escalofriante escena continuó: "no dije nada. Estaba sorprendida de que no me hubiese descompuesto, aunque estaba humillada. Me di cuenta de que él pensaba que podía hacer lo que quisiese porque era mucho más poderosos que yo". Ese mismo año, Braudy dejó la compañía luego de que el Douglas le pidió firmar un acuerdo de confidencialidad.

En tanto, el actor negó todas las acusaciones: "Es una completa mentira, una falsificación, no hay nada de verdad en eso".

Esta acusación se une a la larga lista de denuncias en el entorno de Hollywood que se destaparon desde octubre. Liderando la lista de abusadores está el productor Harvey Weinstein junto a Kevin Spacey, Dustin Hoffman, Brett Ratner, John Lasseter, Louis C.K. y Bryan Singer.

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