La carrera de Ángela Lerena en los medios de comunicación comenzó en 1995, en TyCSports, un canal que tenía apenas un año de vida. Fue una de las primeras mujeres dedicadas al periodismo deportivo con espacio en la TV, toda una novedad para la época. "Antes no existíamos prácticamente. Cuando quise estudiar periodismo deportivo en mi casa me dijeron "pero sos mujer". Era algo imposible", recuerda.

23 años más tarde, su realidad cambió diametralmente. De lunes a viernes conduce Primera Tapa, por TNT Sports, donde analiza, junto a otros periodistas, las principales noticias deportivas del día. Y, los fines de semana, es una de las caras visibles de los móviles de los partidos de la Superliga. Además, tiene tres hijos y un marido economista, el reconocido periodista Alejandro Bercovich.

Lerena también ostenta el reconocimiento de ser la primera mujer en pararse frente a la cámara para cubrir el campo de juego en las transmisiones del fútbol de primera división en la TV Abierta (ndr: Cecilia Pirolo hizo los móviles de los partidos para la televisión por cable durante los 90).

—¿Te considerás una referente para las mujeres que quieren ser periodistas deportivas?

Sí, creo que es inevitable que, al ser pocas, cada una de nosotras sea un ejemplo. Yo no empecé queriendo ser referente de nadie, pero es una realidad que si hacemos un buen trabajo abrimos espacios para otras mujeres, en lugares similares. Con los años, me fui dando cuenta de que mi suerte iba a cerrar o abrir caminos para otras mujeres. Por eso, conscientemente tomo decisiones que ayudan. Por ejemplo, cuidar la ropa, no hacer de la exhibición del cuerpo una herramienta de trabajo. Quiero que se generen lugares de trabajo para mujeres que no tengan como premisa la estética.

—¿Qué diferencias notás, en materia de género, entre el periodismo de tus inicios y el de hoy?

Cuando empecé, me costó muchísimo que me mandaran a cubrir fútbol. Hacía otros deportes, después la B Metropolitana, B Nacional y, finalmente, Primera División. Para ese momento, los varones que habían entrado al canal conmigo ya llevaban un largo tiempo cubriendo primera. Pero lo tomé como un aprendizaje, experiencia acumulada. Lo más común era que las mujeres estuviésemos como imagen de un programa, “la linda”, desde un lugar estético y no en roles de conocimiento. Hoy todavía hay canales de TV que no tienen mujeres en roles periodísticos, sólo decorativos. Eso me parte el alma y son pequeños retrocesos que también existen. Nuestras ideas son subestimadas, miradas de reojo. Nos cuesta tener credibilidad, que se nos respete. Sigue pasando, pero cada vez más sentimos como propio al mundo del fútbol y del deporte. Eso es para destacar.

—¿Cómo ves a los medios actualmente?

El periodista tiene cada vez más peso, se transformó en una especie de Dios, del centro de la noticia, cuando no lo somos. Debemos ser el medio a través del cual pasan las noticias. La mayoría usa su credibilidad para ensalzarse a si mismo como figuras. Cuestiones estéticas, personales, humores y mal humores importan cada vez más. Son como divas.

—¿Y el periodismo deportivo?

Cada vez más se prioriza el escándalo, sobre todo el más visible: peleas, gritos, cuestionamientos. Es fácil de hacer, es barato y da rating. Personalmente no me atraen los temas que se tratan, se concentran en lo externo. Explicar el juego es más difícil y encima no mide. En Primera Tapa hay una búsqueda distinta. Tiene un enfoque más periodístico y hasta hacemos el chiste de que no gritamos o insultamos. Cuando encaramos un tema pensamos si hacemos un aporte o un daño. Lo más rico del deporte es el análisis que podés hacer del juego.

"Me costó muchísimo que me mandaran a cubrir fútbol. Lo común era que las mujeres estuviésemos desde un lugar estético y no en roles de conocimiento".

—¿A cuáles periodistas seguís?

Alejandro (Bercovich) hace un muy buen trabajo, se toma muy en serio la veracidad de lo que dice. Me gusta mucho Ezequiel Fernández Moores porque hace un vínculo muy interesante entre el deporte y lo que lo rodea. Para mí es el enfoque que hay que darle al deporte, porque no es un hecho aislado sino que está inmerso en la sociedad. Luciana Peker también me gusta. Hace muchos años que viene anticipando lo que hoy explotó, la mirada del mundo desde el punto de vista del género y sus desigualdades. Alejandro Wall y Diego Genoud. Mariano Martin en temas sindicales. La especialización esta buenísima. Es un momento en el cual hay una renovación. Los periodistas más jóvenes vienen un poco más sanos de "operaciones", de mentiras, medias verdades. El tema de las fake news es muy grave. Es algo muy peligroso y atenta contra la existencia misma del periodismo.

—Ya pasó un mes del 8M. ¿Cómo explicás todo lo que se generó?

El feminismo es un fenómeno que lleva más de 200 años. Claramente, en los últimos años hubo una explosión, especialmente en Argentina, también en España. Se han sabido usar muy bien las redes sociales y hay muchas caras visibles de este movimiento que lograron impulsar luchas que ya venían de antes. Yo lo celebro.

—¿Cuál es tu visión sobre el feminismo de hoy?

Tengo una mirada de la vida y de la política más clasista. Hay que tener presente la diferencia de derechos que puede ejercer una mujer de una clase más baja en relación a una más alta. Hay muchos feminismos, cada uno con su lucha y prioridades: el aborto, las mujeres empresarias, las trans, las prostitutas, que tienen dos líneas enfrentadas entre sí.

—¿Por qué creés que el Gobierno habilitó el debate sobre el aborto?

Cambiemos es muy hábil para manejar el márketing político. Se dieron cuenta de que en este momento la lucha más dinámica es la de las mujeres y quisieron subirse a una movimiento que está avanzando. Se ve que debe tener buena imagen en los focus group. No creo que el Gobierno genuinamente esté interesado en que a las mujeres les vaya mejor: redujeron el presupuesto de todas las líneas de atención de víctimas de abuso, los programas de la mujer. Además, el Gabinete Nacional está compuesto casi todo por hombres. Entonces me cuesta creer que un gobierno de estas características se declare feminista. Yo soy parte de un feminismo colectivo, que quiere transformar las condiciones para todas las mujeres, especialmente para las que menos tienen. No uno impostado o individualista.

—¿Tuvo que ver con una cuestión de oportunismo entonces?

Sí, para que no hablemos de los problemas que hay en la economía: crecimiento del déficit fiscal, el de la balanza comercial. Argentina cada vez gasta más, se endeuda más. ¿A cambio de qué? Además, no creo que haya voluntad del Gobierno para que salga la votación de la ley. No hay que olvidar la influencia que tiene la Iglesia Católica, a quien yo le adjudico la principal negativa a la despenalización del aborto. Los países en los que está separada la Iglesia del Estado tienen aprobada esta ley, ya han resuelto que el aborto es legal en las primeras semanas. Es un debate antiguo. Imponer una mirada religiosa al resto de la sociedad es lo mismo que hacen los talibanes y que tanto se cuestiona. El Código Civil no tiene que tener nada que ver con la Biblia.

"Me cuesta creer que un gobierno de estas características se declare feminista, el Gabinete Nacional está compuesto casi todo por hombres".

—¿Qué opinión te merece el poema que publicó Esteban Bullrich sobre el aborto?

Reproduce ideas falsas: un embrión de hasta 14 semanas no piensa, no es un bebé, no "habla con su mami". Son ideas que confunden. Eso es lo que más bronca me da porque embarran la cancha. Si hablamos en serio, desde la ciencia, con ideas concretas y verdaderas, perfecto. Debatamos. Así, confunden a mucha gente que no se toma la molestia de leer los conceptos principales de la ley y que cree, como pasó con el matrimonio igualitario, que se iba a destruir la familia. Acá no van a obligar a nadie a que se realice un aborto. La mujer tiene derecho a planificar su vida reproductiva, a tener hijos cuando quiera. Son ideas que confunden a propósito, sin ninguna inocencia.

—Hablemos de fútbol. ¿Cómo ves a la Selección?

¿Pre o post 1-6? (risas). Tenemos buenos jugadores y un buen técnico. Falta saber a qué jugamos. En los últimos años, todo el descalabro de la AFA, la muerte de Grondona, la elección del 38-38 llevó a que los DT's se fueran cambiando a los ponchazos. Lo concreto es que a dos meses del Mundial nadie sabe a qué juega la Selección. La renovación fracasó. Ahora hay que seguir con los que estamos, que son los mismos del Mundial pasado. Me gustaría tener un 5 de marca como Kranevitter, o Ascacibar. Y un 5 de juego, estilo Pizarro. Banega bien rodeado por ahí también levanta. Masherano creo que ya no está para este nivel.

—¿Cómo acompañarías a Messi?

Es difícil ahora sacar de la galera socios de Messi. En estos años ninguno fue del todo eficiente. Hay que dejarlo que él elija. Si Messi dijo Lanzini, que sea Lanzini. Una de las cosas que destaco de esta gira fue el nivel de Lo Celso, podría acompañarlo a Leo. Lo que nos falta es la línea anterior, “los interiores”. Ahí se debería reforzar la búsqueda.

—¿A Higuaín lo llevamos?

Psicólogo y que siga jugando de 9. Lo pongo de entrada pero con un trabajo de fortalecimiento de su autoestima. Claramente cuando juega con la Selección algo le falla.



Cuestionario Flotante

—Una mujer de la historia: Rosa Luxemburgo, asesinada además.

—Serie de Netflix: Acabo de terminar Fauda, una serie sobre el conflicto israelí-palestino.

—Un programa de TV: Brotes Verdes, por C5N. Conduce Alejandro Bercovich y Lerena tira algunas ideas en la cena (risas).

—Un libro: El evangelio según Jesucristo, de José Saramago. De ahí sale mucho de lo que debatimos todos los días en la sociedad.

—Puteada favorita: Digo mucho "la concha de tu madre". A veces lo digo en casa y está mal porque la madre soy yo. Así que debería cambiarla. Igual trato de no insultar adelante de los chicos (risas, nuevamente).

—Bilardo o Menotti: Bielsa. Es una síntesis superadora de los dos. La ambición y el trabajo combinados. Hoy sería Pochettino, el mejor DT argentino. Va a ser el técnico de la Selección cuando el fútbol argentino esté ordenado. Ahí será su momento.

—Lo más raro que te gritaron desde la tribuna: Una vez un sonidista me estaba poniendo la caja del micrófono, que se pone en la cintura. Para eso te tienen que levantar un poco la remera. Y en una cancha empezaron a cantar "Viva el sonidista" y lo aplaudían. Yo me reí. Está todo bien.

—Un acompañamiento para el asado: Gaseosa light.

—Clase de jugadora que sos: Soy un 8, humilde pero con garra. O un 4 de poca proyección. El fútbol no se pierde nada dejándome a mi ser periodista.

—Emoji favorito: La carita que piensa. Resume muchas ideas.