La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, logró algo impensado a un año de las elecciones presidenciales: unió a todos los sectores del PJ. La diputada de Cambiemos consiguió abroquelar en su contra al kirchnerismo, al peronismo "dialoguista" y al Frente Renovador. Las distintas expresiones del justicialismo se pusieron de acuerdo para dejarla sin la presidencia de la comisión bicameral de Seguimiento y Control del Ministerio Público Fiscal.

Para Carrió, se trata de un puesto clave para vigilar el funcionamiento de la Procuración General de la Nación, en momentos en que está pendiente de tratamiento el pliego de Inés Weinberg de Roca, y a cargo de los fiscales se encuentra de forma interina Eduardo Casal.

Los referentes de Cambiemos en el Senado y Diputados, Federico Pinedo y Mario Negri, habían comenzado a negociar con la oposición para quedarse con la presidencia de esa bicameral. Sucede que tradicionalmente, la titularidad del cuerpo se alterna año a año entre la Cámara baja y la alta, y este período le correspondía al Senado. Por eso, el oficialismo inició las tratativas con el PJ, a cambio de dejar en manos de la Cámara alta la presidencia de la Bicameral Especial de Monitoreo e Implementación del Nuevo Código Procesal Penal de la Nación, pese a que este año le tocaba a Diputados. En ese cargo se mantendría el senador salteño Rodolfo Urtubey, quien habría sido parte de la negociación y a quien Carrió enfocó sus dardos tras quedarse sin quórum, al acusarlo de haber participado del "complot".

"Que divino ser proscripta por el PJ. Y pensar que (Julio) De Vido fue presidente de la Comisión de Energía", ironizó la legisladora nacional en su cuenta de Twitter horas después de su fallida asunción, junto a una foto suya sonriente.

La líder de la CC subrayó: "Está claro que soy una figura que genera fuerte rechazo en aquellos que quieren garantizar la impunidad en la Nación". Además, la socia del presidente Mauricio Macri consideró que tiene "el poder suficiente para ser fiscal de la Nación sin necesidad de tener un cargo".

Tras las quejas de Carrió, la oposición atribuyó el faltazo a que no estaba de acuerdo con cambiar el sistema de rotación de las presidencias de comisión entre Cámaras. Sin embargo, la negociación no se concretó porque Cambiemos no aclaró que era Carrió quien iba a ocupar ese cargo, nombre que despierta el rechazo de todos los sectores del PJ.