A finales de julio pasado, las petroleras YPF y Petronas anunciaron que la provincia de Río Negro le había ganado la pulseada a Buenos Aires para la construcción de una planta conjunta de Gas Natural Licuado (GNL). Según se estimó, la obra demandaría una inversión de USD 30.000 millones, sería la más grande de la historia argentina y le permitiría al país convertirse en un jugador global en materia energética.

En los últimos días, sin embargo, versiones periodísticas indicaron que la estatal malaya estaría pensando bajarse del megaproyecto, pese a lo cual el presidente de YPF, Horacio Marín, aseguró este viernes que la petrolera argentina continuará con la iniciativa en caso de que esos trascendidos sean ciertos.

"Hay que desdramatizar la situación, son decisiones empresariales. Si Petronas no continúa, YPF va a seguir adelante. Es un proyecto que tiene mucho interés. No depende exclusivamente de los malayos. Pueden ingresar otras compañías", destacó el ejecutivo en una entrevista concedida a El Observador.

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"Yo no tengo información sobre cuál sería la decisión de Petronas. Es una de las mejores empresas de GNL del mundo y estamos trabajando muy bien con ellos", comentó Marín.

En ese sentido, indicó que "existe mucho interés en el mundo" por el proyecto, que lleva el nombre de "Argentina LNG" y con el que se espera que el país pueda exportar unos USD 15.000 millones en 2030 solo de gas. 

"Yo acabo de llegar de Houston, en donde se desarrolla la exposición más importante sobre la industria de gas, y puedo decir que nuestro proyecto está instalado a nivel mundial. Más de 50 reuniones mantuvimos en ese marco", precisó Marín.

Según el CEO, muchas consultoras internacionales consideran que "Argentina LNG" es un proyecto más competitivo que otros similares en Estados Unidos, gracias al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), que forma parte de la Ley Bases, la primera que logró el Gobierno de Javier Milei, y al potencial de Vaca Muerta.

Marín explicó que actualmente se trabajan en los detalles de ingeniería para la construcción de barcos de licuefacción, como paso previo al levantamiento de la planta en Río Negro, que deberían estar listos para mediados de noviembre. 

Para ese desarrollo se necesitarán invertir unos USD 200 millones y es en ese momento cuando Petronas deberá definir si sigue o no en el proyecto.

La planta estará situada en la zona de Punta Colorada, en la localidad rionegrina de Sierra Grande, donde también se llevará a cabo la puesta en valor y modernización de un viejo puerto en desuso con salida al océano Atlántico. La propuesta original contemplaba a Bahía Blanca como locación.   

Río Negro, que se adhirió rápidamente al RIGI, ofreció mejores condiciones fiscales para llevar adelante el proyecto, para el que las empresas, asesoradas por la consultora Arthur D. Little, también consideraron su ventajosa posición geográfica debido a la cercanía con Vaca Muerta, en Neuquén.

Las compañías subrayaron que esta obra permitirá que Argentina "se transforme en el quinto productor" mundial de este combustible líquido.