La cerealera Vicentin no para de ganar disgustos. Luego de frustrarse su venta y llamar a una convocatoria de acreedores, la Bolsa de Cereales de Rosario suspendió a la empresa como operadora de granos. La sanción implica que la compañía no puede operar en el mercado agropecuario.

La medida es una consecuencia directa de la presentación de concurso preventivo que hizo Vicentin con el objetivo de abrir una negociación con sus acreedores. De todas formas, ya estaba virtualmente a un lado del mercado porque sus proveedores hace rato dejaron de entregarle mercadería ante el incumplimiento en los pagos.

"El artículo 1 del Reglamento de Operadores del Mercado Físico de Granos establece que la presentación en concurso preventivo de una firma operadora determinará la suspensión de la misma hasta que se acredite la homologación del acuerdo preventivo logrado con sus acreedores. Las firmas operadoras suspendidas quedan inhabilitadas para actuar en el mercado por el tiempo que dure la suspensión, estándoles vedada la concertación y registración de operaciones en la Bolsa", reza el comunicado de la Bolsa de de Comercio de Rosario.

Deuda

Vicentin había empezó a incumplir pagos a fines del año pasado. Acumula U$S 350 millones de deuda comercial y casi U$S 900 millones en compromisos con los bancos. Alberto Padoan, hombre fuerte de la empresa, justificó los incumplimientos como “una inversión” en plantas de biodiésel.

Se estima que la deuda de la empresa asciende a unos 1000 millones de dólares. Entre los bancos locales, el principal acreedor es el Nación. Dicha operatoria es investigada por la Justicia por presunto fraude al Estado Nacional. Siguen el Banco Provincia de Buenos Aires ($1600 millones) y el Banco de Industria y Comercio Exterior (5 millones).

Este jueves, el director del Banco Nación, Claudio Lozano, volvió a apuntar tanto contra la cerealera y a la gestión anterior de la banca pública, comandada por Javier González Fraga. "Hay una responsabilidad muy clara del directorio anterior", indicó en diálogo con El Destape Radio. Y agregó que "el préstamo entregado a la aceitera tiene "contenidos totalmente irregulares".

Riesgos

Ante ese escenario, surgen dos interrogantes aún sin respuesta. El primero, sobre el futuro de la empresa. "Esperemos que esto no termine en una extranjerización", aseguró Lozano, sobre la posibilidad de una venta a una multinacional.

El rumor de una venta parecía una certeza tan sólo un par de semanas atrás. Todo parecía indicar que el comprador sería la multinacional Glencore. En diciembre de 2019, la compañía ya le había vendido una parte de su participación en Renova, emprendimiento que tienen en conjunto. Sin embargo en Vicentin sostienen que a la hora de cerrar la transacción no hubo acuerdo en los números finales. Así, se sumaron nuevos actores al juego: entre ellos, Bunge, Cargill, Dreyfuss y Cofco.

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Entre aquellas versiones, los más de 800 trabajadores -distribuidos entre las plantas de Ricardone y San Lorenzo- buscan mantener su fuerza de trabajo y, por ende, pidieron una audiencia en el Ministerio de Trabajo, donde se les garantizó un canal de diálogo abierto y una reunión entre el sindicato de Aceiteros, la cámara empresaria y las autoridades nacionales.

Pero eso no es todo. El default -el mayor a nivel empresarial, según calculó Clarín- podría empujar a otras empresas a declarar la bancarrota. El temor está latente en la Bolsa de Rosario y citan los casos de la corredora de granos GYT Plus y la acopiadora Guardati-Torti SA, sumado a los alertas de Corredora Pampeana, BLD, Bollatti, Bessone y Giorgi.

Desde el sindicato de Aceiteros, por su parte, también mencionaron como morosos a la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA).