De todos modos, la proyección del Banco Mundial es más optimista que la última que la misma entidad había hecho para el mismo período, ya que el año pasado pronosticó una caída de 3,5% del PBI para el 2019. El trabajo publicado advierte que "el crecimiento se ha debilitado, las tensiones comerciales siguen siendo altas, varios países desarrollados han experimentado estrés financiero y los riesgos en el panorama se han incrementado".

Efecto dominó


Para el BM, las cifras negativas de la actividad argentina afectarán directamente al resto de la región, junto con la huelga de camioneros en Brasil y la crisis en Venezuela. Por el decepcionante año 2018, las previsiones de crecimiento para 2019 fueron recortadas en 0,6 puntos porcentuales.

"Se espera que el crecimiento comience a repuntar a medida que la expansión se acelere en Brasil y la recesión en Argentina comience a ceder", indicó el organismo. En el caso de Venezuela, la economía más castigada de la región, la caída será del 8%.


"A comienzos de 2018, la economía mundial avanzaba a toda marcha, pero perdió velocidad durante el año y el viaje podría volverse aún más accidentado este año. A medida que aumenten las dificultades económicas y financieras para los países emergentes y en desarrollo, los avances mundiales en la reducción de la pobreza extrema podrían verse amenazados. Para mantener el impulso, los países deben invertir en las personas, promover el crecimiento y construir sociedades resilientes", sostuvo Kristalina Georgieva, directora general del Banco Mundial.

El BM advirtió que las condiciones de la región siguen siendo frágiles. "La región enfrenta además riesgos intraregionales e internos, como un contagio de una contracción más fuerte de lo esperado en Argentina y en Venezuela y la persistente amenaza de desastres naturales y condiciones meteorológicas extremas”, concluye. Además, sobre la economía global, las predicciones son que la misma crecerá 2,9% en el 2019.