La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó una apelación argentina y autorizó a embargar activos por unos USD 310 millones
Los acreedores pronto podrían tomar posesión de títulos depositados en el país norteamericano y en Europa como garantía de los bonos Brady de la década de 1990, que entraron en default luego de la crisis del 2001.
A partir de una nueva decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos en relación con el juicio que realizan a la Argentina tenedores de bonos que quedaron en default tras la crisis económica del 2001, y tras rechazar una apelación del gobierno de Javier Milei, quedó habilitado el embargo de activos que tiene el Estado nacional depositados en una cuenta del Banco Central en la Reserva Federal (Fed) norteamericano. Según estimaciones privadas, se trata de unos USD 310 millones depositados allí y en Europa.
"Los acreedores pronto tomarán posesión de USD 310 millones depositados en cuentas de la Reserva Federal de Nueva York en los Estados Unidos, Alemania y Suiza. Esta es la segunda derrota de la República Argentina ante una Corte Suprema en los últimos tres meses", precisó Sebastián Maril, consultor de Latam Advisors y especialista en los juicios que el país enfrenta en tribunales internacionales, quien agregó que eso no cubre la totalidad del pago, que es cerca de 450 millones de dólares". "En octubre, la Corte Suprema del Reino Unido falló en contra del país en el caso Cupón PBI", recordó.
Se trata de deuda soberana que entró en cesación de pagos luego de la crisis y que los fondos Attestor Master Value, Trinity Investments, White Hawthorne, Bison Bee LLC y Bybrook Capital Master compraron a bonistas que nunca ingresaron a ninguno de los tres canjes que llevó a cabo el país: en 2005 bajo la gestión de Néstor Kirchner; en 2010, durante la presidencia de Cristina Fernández; y en 2016, de Mauricio Macri.
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Este grupo pertenece a un estimado 3% del total de acreedores originales que mantuvieron títulos que entraron en default e iniciaron juicio al Estado argentino, a los que se conoce más como "holdouts" o "fondos buitre", los cuales se mantuvieron al margen de las renegociaciones crediticias.
En cuando a los papeles equivalentes a dinero que los fondos podrán embargar, son una serie que estaba en manos del Tesoro y que el país había entregado como garantía de pago de los llamados bonos Brady, emitidos en la década de 1990. En caso de que Argentina no pagara los intereses de esos títulos, quienes los tuvieran podían cobrárselo de aquellos resguardados en una cuenta especial de la Fed neoyorquina.
La jueza Loretta Preska, del Distrito Sur de Nueva York, concedió el embargo en agosto de 2022, pero el Gobierno apeló. Pero la magistrada Debra Ann Livingston -de la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito- y ahora la Corte Suprema confirmaron el dictamen en primera instancia.
Bajo pretexto de que el excedente que quedó tras abonar los bonos Brady -en marzo de 2023- era del Banco Central y no del Estado, las autoridades nacionales descartaron que estuvieran disponibles para pagar deudas del país.
"En primer lugar, la Argentina sostiene que no es propietaria de los derechos de reversión porque pertenecen al Banco Central de la República Argentina (BCRA). Si bien hemos concluido dos veces que estos derechos de reversión pertenecen a la Argentina, el país pretende volver a litigar la cuestión casi 20 años después de que se resolviera por primera vez. En cualquier caso, su argumento sigue siendo infundado", precisó la Justicia estadounidense.