En el Ejecutivo abrocharon dos acuerdos de precios, confiados en revertir la inflación. Uno tenía que ver con los alimentos y el otro con los medicamentos. En ambos casos, los valores de los productos se retrotrajeron (al 1 de octubre y al 1 de noviembre, respectivamente) con una extensión de la medida hasta el 7 de enero. “La idea es que el salario vaya por encima de estos consumos esenciales”, remarcó el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti.

Lo cierto es que, por ahora, el congelamiento de la canasta básica no dio resultados. A 29 días del anuncio, el número sigue siendo el mismo. La inflación de septiembre fue del 3,5% y la de octubre repitió el mismo índice, según datos del INDEC. Es decir, no hubo variación. Desde septiembre de 2020 al mismo periodo de 2021, la inflación fue del 52,5% mientras que los salarios crecieron 51,3%.

Roberto Feletti, secretario de Comercio Interior

“La inflación no se resuelve solo con el control de precios, eso es un dato”, explicó el funcionario que negocia con los empresarios. No obstante, Feletti sigue confiando en su teoría sobre la existencia de “una oferta monopólica” donde es necesario “regular” para ponerle un límite a quienes considera como los formadores de precios.

Hace un par de días, el secretario de Comercio advirtió que la inflación de octubre, difícilmente, pueda estar por debajo del 3%. Esto mismo decían las consultoras privadas. La premisa se cumplió. El Gobierno no esperaba una mejoría. “Hasta la tercera semana de octubre tuvimos dispersión de precios”, justificó. A pesar del número adverso, en Balcarce 50 siguen confiando en la herramienta del congelamiento: “El efecto se va a sentir bien en noviembre”.

Con este panorama, el Gobierno queda obligado a mostrar otro número para el mes siguiente y más si el resultado del domingo en las elecciones legislativas es negativo. Caso contrario, las voces opositoras podrán capitalizar otro error del oficialismo y reavivar el fantasma de una crisis económica.