Entra el Gobierno al ring electoral con 16% de inflación y la mira puesta en evitar la dolarización
Con una sábana corta para volcar el aparato en la campaña sin presionar sobre los precios, el Gobierno espera este miércoles la cifra de inflación del mes de abril del Indec. En el oficialismo esperan que se ubique apenas por encima de 3,5% y que rompa “psicológicamente” con la barrera del 4% mensual constante en los primeros tres meses, en los que se acumularon subas de precios en torno al 12%.
Como es habitual, el dato lo dará a conocer el Indec a las 16. El Relevamiento de Expectativas de Mercado que publica el Banco Central y reúne los pronósticos de más de 51 entidades la inflación proyectada para este año no baja de 40%, un número alto si se tiene en cuenta que el REM suele ser demasiado optimista en sus publicaciones.
Con 16% de inflación acumulada en los primeros cuatro meses y todavía en un escenario de recesión económica, el Gobierno ingresará a la etapa clave de la campaña electoral con los principales indicadores en rojo. En Washington, además, acreedores de los títulos argentinos dudan que el país logre cumplir con el déficit fiscal primario cero, uno de los puntos clave del acuerdo con el FMI, pese a que la última cifra de aumento de la recaudación en pesos se ubicó cerca de la inflación anual.
El plan del Gobierno incluye allanar el terreno de cara a la contienda electoral, con mecanismo que van desde endeudamiento a cortísimo plazo, un sistema de créditos, congelamientos de tarifas y el conocido pacto de Precios Esenciales cuya eficacia está en tela de juicio. El dólar, la divisa clave a controlar para mantener a raya los precios, está siendo enfrentado con subastas diarias de hasta u$s 310 millones y una tasa de interés que no baja del 70%.
Cabe destacar que tanto el FMI como el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, aseguraban hace algunos meses que es imposible mantener una tasa de interés tal alta en el mediano y largo plazo, pero desde que Sandleris llegó al Banco Central, con un mes como excepción a principio de año, la tasa se mantuvo siempre por encima del 60%.
Para controlar a la divisa, el Gobierno considera fundamental renovar la deuda en pesos y dólares, ya que de lo contrario podría producirse una demanda masiva de capitales que presionen sobre el tipo de cambio. Los $1,09 billones, el otro billón en plazos fijos, así como las Letes y Lecap son, entonces, las variables a observar en el corto plazo.