El Gobierno decidió unificar para fines de julio tres pagos de deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por un total de US$ 2.600 millones.   

Así, los vencimientos de julio, que estaban escalonados, se cancelarán juntos, lo que le permitirá a las autoridades ganar tiempo para poder pagarlos, indicaron fuentes de Economía.   

La decisión fue confirmada por fuentes del equipo económico, donde continúan negociando por zoom con el staff del Fondo para destrabar un desembolso de al menos US$ 4.000 millones.   

El objetivo del ministro de Economía, Sergio Massa, busca correr el calendario de pagos con la expectativa de cerrar un acuerdo antes y así cancelar los vencimientos con parte de los fondos recibidos.   

Tras casi tres meses de negociaciones, el Gobierno enfrenta un panorama más complicado por la pérdida de reservas.   

Este viernes vencía un pago de US$ 1.300 millones con el organismo. Luego, según el calendario previsto inicialmente, el 14 de julio serían Us$ 600 millones y el 28 de julio, otros US$ 700 millones.   

Ante la escasez de dólares, Economía ya adoptó una medida similar en junio, cuando aplazó dos vencimientos por un total de US$ 2.700 millones para fines de ese mes. El compromiso fue cancelado el viernes pasado con DEGs y yuanes. El Gobierno recurrió así por primera vez a la moneda china para cancelar obligaciones con el organismo.   

Las conversaciones para la reformulación del acuerdo de Facilidades Extendidas entre la Argentina y el FMI se prolongarán durante los próximos días.   

Aún no hay fecha confirmada para el viaje de los funcionarios del Ministerio de Economía que le darán la puntada final al nuevo programa.   

En principio, una delegación encabezada por el viceministro, Gabriel Rubinstein, y el jefe de Asesores, Leonardo Madcur, iba a iniciar esta semana reuniones presenciales en Washington como tramo final de las negociaciones, pero, al persistir diferencias sustantivas en el diseño del programa, todo fue postergado.   

También se pone el foco sobre los pagos a bonistas por US$1.000 millones que debe ejecutarse durante el fin de semana para que el lunes estén depositados en las cuentas de cada inversor, y que el secretario de Finanzas, Eduardo Setti, dio por hecho.   

Si los yuanes alcanzan (el acuerdo de utilización es secreto y no hay certeza de cuánto se usó del swap) también podrían aplicarse a este destino, previa autorización del Banco de China para su conversión a dólares.   

Cerca del ministro de Economía continúan siendo optimistas en la resolución de la negociación y, al mismo tiempo, muestran hermetismo ante las opciones que manejan para hacer frente a las obligaciones venideras en caso de que las conversaciones sigan dilatándose.