El FMI aseguró que el Gobierno argentino se comprometió a eliminar "en el corto plazo" el cepo cambiario y también las distorsiones que existen tanto en las exportaciones como en las importaciones. No obstante, reconoció que el plan económico de Javier Milei está en riesgo por factores políticos y por su impacto social.

Según el organismo, "tras la gran devaluación inicial a mediados de diciembre, las autoridades se han comprometido a mantener una política cambiaria coherente con los objetivos de acumulación de reservas y un régimen basado en el mercado que evite el enfoque anterior de gestionar los mercados de divisas paralelos y de futuros".

Asimismo, en el "staff report" publicado este jueves, se sostuvo que "se están tomando medidas importantes para abordar el gran sobreendeudamiento comercial y crear un sistema de importación más transparente y basado en reglas". 

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"Además, las autoridades se han comprometido a eliminar en el corto plazo las restantes restricciones cambiarias distorsionantes y las prácticas monetarias múltiples, y a desarrollar planes para desmantelar gradualmente las medidas de gestión de los flujos de capital", subrayaron desde el organismo de crédito multilateral.

A la hora de referirse a la actividad económica para este año, el reporte indicó que "las políticas fiscales estrictas y la corrección cambiaria inicial" son las que provocarán que "el PBI caiga 2,8% este año". 

A esto se le debe sumar una inflación en alza, que podría comenzar a descender "en el corto plazo", a medida que se eliminen los desajustes de precios relativos y otros controles de precios. 

En otro tramo del informe, el Fondo evaluó que la cuente corriente del país "entrará en superávit, respaldada por un repunte de las exportaciones agrícolas y nuevas mejoras en el balance energético, junto con una fuerte compresión de las importaciones". 

En consecuencia, estimó que la economía comenzaría a recuperarse a finales de 2024, "a medida que los obstáculos iniciales se disipen y se eliminen las distorsiones, aunque las políticas deberán seguir siendo estrictas para preservar los superávits de cuenta corriente y respaldar una mayor acumulación de reservas".

Por último, destacó que el Gobierno "ha reforzado significativamente la asistencia social a través de los programas de subsidios por hijos y cupones de alimentos, al tiempo que se alejan de los programas sociales distribuidos a través de intermediarios y preservan el valor real de las pensiones a través de bonificaciones discrecionales". Y aclaró: "Puede ser necesaria una mayor ampliación de la asistencia a medida que evolucionen las condiciones".