En un nuevo informe, el Banco Mundial empeoró su pronóstico para la Argentina al estimar una caída del producto bruto interno (PBI) del 3,5% para este 2024, debido a la disminución del precio de la soja y al plan de ajuste implementado por el gobierno de Javier Milei

En abril, el organismo había calculado una baja del 2,3% para este año, aunque para 2025 prevé que la economía rebote y crezca un 5%.

Dichos porcentajes surgen del informe de Perspectivas Económicas Globales, que fue difundido este martes en Washington y que estuvo alineado con las proyecciones del relevamiento de expectativas de mercado (REM) del Banco Central, que el último mes anticipó una baja del 3,8% del PBI para el presente año. 

"Se espera que las medidas de política fiscal y monetaria necesarias para corregir los desequilibrios crónicos provoquen una contracción temporal", anticiparon. 

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Tiempo atrás, el economista y jefe del Banco Mundial, William Maloney, había reconocido que los cambios en los pronósticos para el 2024 tenían como denominador común las políticas llevadas a cabo por Milei: "Es debido al fuerte recorte que se aplicó para llegar al equilibrio fiscal y el ajuste de precios relativos". 

Siguiendo la misma línea, aseguró que dichas medidas eran "necesarias" para poder mejorar la tendencia de mediano plazo de la economía nacional, que no creció en los últimos diez años. 

En otro tramo de su informe, el organismo calculó que el crecimiento en América Latina y el Caribe también disminuirá y se situará en un 1,8% en 2024, para luego pegar un nuevo salto hasta el 2,7% el año entrante, conforme a la normalización de las tasas de interés y ante la baja de inflación

"Los precios de los productos básicos respaldarán las exportaciones de la región, aunque el tenue crecimiento de China podría limitar la demanda de los principales productos básicos", indicaron. 

Por último, remarcaron que los fenómenos meteorológicos extremos relacionados al cambio climático "también representan un riesgo". "Por el contrario, una actividad económica más sólida en Estados Unidos podría tener un impacto positivo en América Central y el Caribe", concluyeron.