Aunque la economía de a pie no da respiro, las tasas del Banco Central ahogan el crédito productivo y la inflación no se encamina a bajar antes de que finalice el primer mandato del presidente Mauricio Macri, los días de calor no agobian a los mercados y en el sector financiero y bursátil festejan la primavera de Cambiemos. Bonos y acciones que suben, dólar quieto y un Banco Central que, por ahora, toma al toro por las astas.

Hace algunos días que "el mercado”, esa fuerza abstracta que puede dirimir un resultado electoral a fuerza de inversión y desinversión, festeja un triunfo anticipado de Macri. Así, el doctor en Economía Germán Fermo escribió en ElCronista que Cristina Kirchner tenía 0% de posibilidades de volver a ser presidenta. Su principal argumento es que el silencio frente a la crisis venezolana situó a la expresidenta en un lugar de respaldo a Nicolás Maduro, algo que los mercados consideran un factor bisagra a la hora de elegir a quién ponerle los plenos.

Fuente de los gráficos: Gabriel Caamaño, consultora Ledesma.

En diario Clarín, Claudio Zuchovicki lanzó una pregunta un tanto retórica: "¿Y si esta vez no hay cisnes negros?”, a lo que su escrito señalaba que podría ser que, esta vez, Argentina retome un camino de crecimiento sin una mega crisis. Que lo peor ya pasó y sólo queda subir.

Algo similar señala Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma. El economista ve un respiro en las licitaciones de Leliq, es decir, que el Banco Central tomó aire. Lo que advierte es cierto: el stock del activo del BCRA está en los mismos niveles que en diciembre, es decir, no se ve una bola de nieve como sucedía con las Lebac. En tanto, la tasa baja a un ritmo que permite conjeturar que los préstamos podrían volver lentamente.

El dólar está más bajo que el 1º de octubre del 2018 y la entidad monetaria compró divisas 11 veces sólo en enero de este año. Aún así, la moneda no despegó y se mantiene en la línea inferior de flotación cambiaria. Se suman también datos optimistas de la cosecha del sector agropecuario.

Pese al clima pesimistas que se vive en las calles, la caída del poder adquisitivo, el golpe a la clase media, el aumento de la desocupación, la pobreza y la desigualdad, Macri se mantiene como en candidato de los mercados, que no ven despegar a Lavagna y temen la vuelta de Cristina. Con el empujón del FMI y la venia de los mercados, el Gobierno confía en que la economía real mejore de cara a las elecciones.