Presión y castigo. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, utilizó medio de comunicación favorito (él mismo) y a través de su cuenta de Twitter alteró los mercados internacionales. Fiel conocedor de las rutinas financieras globales, Trump escribió en su cuenta que subirá los aranceles a los bienes chinos a 25% en momentos en que las bolsas de comercio asiáticas comenzaban a operar. Resultado: registraron los peores retrocesos de los últimos tres años, con bajas de hasta 6%. 

¿Qué le puede importar a la Argentina esta nueva batalla en la pelea comercial de Estados Unidos? El refugio de los temerosos es el dólar. Los principales afectados con las caídas de las bolsas de comercio serán los países con economías emergentes y de frontera –entre estos últimos, se encuentra la Argentina– con lo que a lo largo de esta jornada se pondrá a prueba el poder de fuego de Guido Sandleris al frente del Banco Central y su nueva herramienta de control del tipo de cambio. Herramienta obtenida tras una autorización del Fondo Monetario Internacional del cual, los Estados Unidos, posee la participación mayoritaria. 

Apurando a China. Actualmente, las tasas que los Estados Unidos le aplican al ingreso de bienes provenientes de China ronda los 25% hasta 10 mil millones de dólares, pero es del 10% hasta la cifra de 200 mil millones. Hace meses, cuando China y Estados Unidos decidieron entablar una tregua en la pelea comercial, se iniciaron nuevas negociaciones para revertir el enorme déficit comercial que poseen los norteamericanos frente al gigante asiático, déficiti por el cual Trump acusó a la manipulación del gobierno chino. Desde entonces, las negociaciones se han visto empantanadas en numerosas ocasiones. Trump, hombre de poca paciencia, le puso la pistola en la cabeza al gobierno chino en la noche del domingo: China tiene tiempo hasta el viernes para cerrar los tratos. Vencido el plazo, se aplicarán las nuevas sanciones. 

Poder de fuego. El riesgo de un nuevo sacudón en el mundo bursátil, en la Argentina al menos, implica siempre una sóla cosa: huir hacia las verdes praderas del dólar. A diferencia de todos los capitulos anteriores de la guerra EE.UU.-China, esta vez el Banco Central argentino cuenta con la posibilidad de intervenir directamente en la cotización de la divisa norteamericana. A lo largo de esta jornada se marcará la temperatura del resto de la semana en la City.