Davos: el piso electoral del peor Macri, la fe del equipo de Cambiemos ante el miedo de los CEOs
La incertidumbre electoral que domina al círculo rojo local también rige en arenas internacionales. El periodista Alejandro Bercovich, en Diario BAE, afirmó que Nicolás Dujovne y Guido Sandleris, los abanderados del oficialismo en Davos, debieron responder una y otra vez la misma "pregunta amarga”: "¿Vuelve el populismo?”.
En dos de las tres ediciones anteriores, por razones distintas, Mauricio Macri y la Argentina fueron protagonista del Foro Económico Mundial. En 2016, la reciente llegada al poder de un empresario en uno de los países más importantes de América Latina fue vista como una gran oportunidad para los mercados. En 2018, la victoria en las elecciones de medio término con un candidato light frente a la expresidenta Cristina Kirchner volvió a encender la mecha del oportunismo empresarial para colocar inversiones.
En 2017, y sobre todo en el presente año, las cosas fueron distintas: la crisis de la imagen presidencial genera alarmas en el círculo rojo internacional. Otro síntoma de debilidad fue la menor comitiva de empresarios locales que viajaron a darle espaldarazos al rumbo amarillo. Los números del consumo y la industria local llegaron tarde, pero también fueron anticipados y se sumaron al cóctel de pesimismo. A la mezcla se agrega también la victoria de Jair Bolsonaro.
El presidente brasileño no llamó demasiado la atención: dio un discurso corto, de seis minutos, y su viaje se empañó por las denuncias que recibió su hijo, obligándolo a suspender un importante evento en Suiza. Pero para captar los aplausos de los CEOs del mundo estuvo Paulo Guedes.
Paulo Guedes, ministro de Economía de Brasil.
El ministro de Economía de Brasil presentó el ambicioso plan ultraliberal para la principal potencia latinoamericana. Ingresos por privatizaciones de u$s 20 mil millones, reducción drástica del déficit presupuestario y caída de los costos laborales. Mientras hablaba, el real sumaba valor frente al dólar en el mercado de divisas.
El crecimiento económico de Brasil puede ser beneficioso para la Argentina, pero también desplazaría el liderazgo regional de Macri hacia Bolsonaro, presidente sin el desgaste de las reformas anunciadas pero no realizadas del argentino. Los representantes de Cambiemos en Davos explicaron que Argentina ya tocó fondo en octubre y ahora sólo queda crecer. Y deslizan con fe los números que generan preocupación en Wall Street: en el peor momento económico, Macri nunca bajó del 35% de intención de voto. Si ese es el piso y sólo queda subir, ¿por qué no sería reelegido?