A la par de la escalada inflacionaria, el encarecimiento del costo de vida no se detiene: en septiembre una familia porteña necesitó más de $300.000 para no ser pobre y más de $180.000 para no caer en la indigencia, de acuerdo a los datos difundidos por la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires.

El organismo informó que la Canasta Básica Total (CBT), que mide la línea de pobreza, de una familia tipo (pareja con dos hijos, ambos económicamente activos, y propietarios de una vivienda) escaló en el noveno mes del año de $282.453 a $322.275, lo que implica un incremento del 14,1% respecto a agosto.

La devaluación y la aceleración de la inflación tras las PASO propiciaron una suba de la CBT del 29,1% en los últimos dos meses (13,14% en agosto y el reciente 14,1% de septiembre).

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Por su parte, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), encargada de fijar la línea de indigencia, para una familia de idénticas características, pasó de $158.669 a $185.044 en el mes pasado. Este salto significó un aumento del 16,6%.

En el caso de una familia compuesta por dos adultos mayores inactivos y propietarios de una vivienda, en septiembre tuvo que tener ingresos por $157.756 para no quebrar el umbral de la pobreza y $93.432 para no caer en la indigencia.

Mientras que un hogar con un solo individuo propietario económicamente activo, necesitó un ingreso de $60.670 para no ser indigente y de $108.890 para no ser pobre. Al sumar un integrante en las mismas condiciones, el monto necesario se eleva a $112.240 y $180.759, respectivamente.

En tanto que un hogar compuesto por una pareja activa, pero no propietaria, tuvo que tener en septiembre ingresos por al menos $112.24 para no caer en la indigencia y de $220.429 para no ser considerado pobre.

Las cifras del ente porteño reflejaron que en relación al año pasado, la línea de indigencia para una familia tipo tuvo un incremento del 163,5% ($185.044 versus $70.234 de septiembre 2022) y la línea de pobreza se encareció un 150,1% ($128.838 a $ 322.275). Ambos casos representan un aumento superior a la inflación promedio interanual que alcanzó el 140,9%.