A raíz de la entrada en vigencia del mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) de desregulación de la economía que, entre otras cosas, derogó la Ley 27.551, más conocida como “Ley de Alquileres”, los contratos de locación quedaron sin una norma que establezca un plazo mínimo legal, liberados al común acuerdo entre propietarios e inquilinos. Además, las partes pueden determinar libremente el precio, la moneda de pago y el mecanismo de ajuste.

El DNU 70/2023 comenzó a regir el pasado 29 de diciembre y, según representantes del sector inmobiliario, en estos primeros días sin Ley de Alquileres prevalece la firma de contratos de dos años de duración y actualización trimestral del valor en base a la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC).

En tanto, siguen vigentes los contratos de tres años firmados antes de la derogación de la norma y que fueron rubricados mientras regía la normativa sancionada en 2020 o su modificación, introducida en octubre de 2023. Por ente, hasta el momento de su renovación, se regirán según las condiciones previstas entonces. En el primer caso, la actualización era anual por Índice de Contratos de Locación (ICL); mientas que en el segundo, era semestral por Coeficiente de Variación Salarial (CVS).

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Con respecto al escenario actual, el secretario general de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA), Claudio Vodanovich, aseguró a la agencia de noticias Télam que a partir de la derogación de la Ley 27.551 hay “una tendencia a normalizar lentamente el mercado”.

Además, detalló que “hoy la tendencia es suscribir contrato con acuerdo entre las partes, con un valor fijo por los dos años de contrato y se escalona cada tres meses con un acuerdo que podría ser o actualizar por algún tipo de índice”. 

“En cinco meses, seis meses como máximo, el tema de la oferta en el mercado de inmuebles en alquiler están normalizados”, afirmó, en el mismo sentido, la expresidenta del Colegio Profesional Inmobiliario Marta Liotto, si se mantiene la derogación que estableció el llamado megadecreto.

En cuanto a las características de los contratos, también indicó que los primeros rubricados tras la entrada en vigencia del DNU consisten en plazos de 24 meses, mientras que “la actualización en la mayoría de los casos se dio en forma trimestral, algunos por el ICL y otros por el índice del precios al consumidor”.

Por su parte, el presidente de Inquilinos Agrupados (IA), Gervasio Muñoz, sostuvo en declaraciones radiales que con el decreto “se han institucionalizado, legalizado las reglas del mercado; las reglas del mercado siempre son brutales”.

A diferencia de los representantes del sector inmobiliario, cuestionó que “en Argentina ya no hay marco regulatorio para alquilar vivienda, algo insólito que no existe en ninguna parte del mundo". "Entonces hoy la situación por supuesto es dramática”, añadió.

Por este motivo, la agrupación que preside Muñoz presentó la semana pasada un amparo ante la Justicia, en el que solicitó la nulidad del DNU, aunque advirtió: “Supongamos que nosotros logramos que la Ley de Alquileres esté vigente de vuelta, por un tiempo o lo que sea, de todas formas la situación económica es gravísima”.

De acuerdo con un relevamiento de Zonaprop, los alquileres en la ciudad de Buenos Aires acumularon un aumento de 260% en 2023 respecto del año anterior, mientras que la inflación se habría ubicado alrededor del 200% y el ajuste en base al ICL rondaría el 135,5%.

En cuanto a los valores de las viviendas en territorio porteño, un monoambiente de 40 metros cuadrados (m2) se alquila por $280.260 mensuales; un departamento de dos ambientes y 50 m2 por $334.888; y uno de tres ambientes y 70 m2 por $463.301, según la zona.