Detallista, metódica y bajo perfil: Soledad Garibaldi, la fiscal del caso por la red de pedofilia en el fútbol

Era noviembre de 2011 cuando la fiscal María Soledad Garibaldi tuvo que entrar a la casa del horror. Detrás suyo había un equipo de Peritos de Imagen. La causa conmocionó Lomas de Zamora: un hombre había matado a sus dos hijas y a sus dos hermanos. Ese día, recibió muchísimas llamadas de periodistas que querían saber detalles de la escena.

La fiscal está acostumbrada a zonas complejas: fue nombrada auxiliar fiscal en septiembre de 2008 en Lomas y llegó a la fiscalía N°4 de Avellaneda en febrero de 2017. Unos días después, le tocó una causa candente: una mujer policía que habría pergeñado junto con su pareja el asesinato de un ex novio.

Detallista, metódica y bajo perfil: Soledad Garibaldi, la fiscal del caso por la red de pedofilia en el fútbol

Cuando le tocó el turno de marzo, nunca imaginó que le caería la denuncia de Independiente por los abusos y la red de pedofília que involucra a los juveniles que viven la pensión. Tampoco imaginó que tendría que dar una conferencia de prensa para aclarar versiones maliciosas y evitar que se ponga en riesgo su investigación.

Recibida de la Universidad Católica de la Plata, es puntillosa y se encargó de supervisar cada una de las acciones que derivaron de sus decisiones. Después de escuchar y conocer los testimonios de las víctimas, no dudó en protegerlos y si bien habló con los medios, siempre resguardó cualquier detalle que pudiera exponerlos. Su foco está puesto en desenmascarar a la mayor cantidad posible de sospechosos.

Garibaldi está en pareja con el juez federal José Michilini. Se conocieron cuando ambos trabajaban en la justicia del sur del conurbano, él a cargo de un juzgado correccional de Lomas de Zamora. En octubre de 2015, Michilini juró como integrante del Tribunal Oral Federal N°1 y ahora tiene en sus manos la causa dólar futuro.