Siete trucos de moda para el próximo otoño
La industria de la moda mundial está caminando por la “ancha avenida del medio”, como diríamos por estas latitudes. La ropa ya no es de hombre ni de mujer, de jovencitas o de señoras mayores, de verano o de invierno, formal o casual. Los límites se han relajado, y esa flexibilidad se traduce en un espacio más amplio para jugar: podemos ir a la oficina en zapatillas o usar el vestido favorito de verano en invierno, combinándolo con las prendas apropiadas. Tomando este concepto como premisa, recopilé algunas ideas para vestir en el próximo otoño que permiten arriesgarse un poco sin caer rendida antes las tendencias que dictan las marcas. Allá vamos:
Blazer Príncipe de Gales
Es un infaltable del próximo invierno y todas las marcas nacionales ya tienen su versión. Con un jean tiro alto y una polera o con una remera y zapatillas, para ir a trabajar. Las más osadas, que son capturadas por los amantes del street style, lo usan con un vestido de verano y un buzo con capucha, a tono con las indicaciones de Balenciaga, la firma del momento. Si el blazer no es una prenda que suelas usar, la versión en pantalón masculino será otro hit del otoño que viene.
Abrigo animal print
Esta prenda es tan básica que hay chances de conseguir una heredada de la madre o la abuela. Tiene la potencia para revivir unos jeans un poco destruidos y de darle un pop de elegancia a un clásico vestidito negro. Pasan las temporadas y las versiones del abrigo animal print siguen apareciendo porque, cuando una prenda está más allá de las tendencias, no hay con qué darle.
Jean blanco
Parece que apenas asoma el calor las argentinas nos ponemos el uniforme de verano. Si uno camina por las calles del Microcentro en enero, ocho de cada diez mujeres llevan un pantalón blanco. Bueno, eso es aburrido. En la idea de ir a contramano de las tendencias y flexibilizar los mandatos de la moda, los jeans blancos se usan en invierno, con borcegos y sweaters peluditos. Eso sí, un talle más grande que el que usamos habitualmente.
Campera bomber
De este tipo de abrigo también tienen su propia versión las marcas nacionales. Hay de satén, de algodón y de cuero, con bordados y lisas, en colores neutros y pasteles, o brillantes y metalizadas. Durante el invierno pasado, Zara lanzó una versión hecha íntegramente de encaje en negro, crema y amarillo. Es el emblema del sportwear que vino para quedarse: una prenda que descontractura un atuendo serio, y que también sirve para el fin de semana.
El vestido de verano
Ese largo vestido de verano floreado que usaste hasta el cansancio en la playa o te pusiste para el festejo navideño puede ser reinventado el próximo otoño. Con pantimedias de colores y calzado negro, un sweater de lana y el blazer Príncipe de Gales que mencionamos antes. O una polera de lana oversized por encima y zapatillas con soquetes. Una más: una remera por debajo y el tapado por encima. Perdón, la última: con campera de jean oversize y botas hasta la rodilla. Los que saben, lo llaman layering y es la técnica de superposición de prendas que usan en los lugares más fríos. Nosotros lo adoptamos sólo en modo fashionista.
Zapatillas
Se trata de palabras mayores. No hay, en la actualidad, bota, sandalia, mocasín o alpargata que le pueda hacer sombra. A tono con una época en donde las tendencias la dictan los sub-30, las zapatillas se han robado el número 1 en el podio de los calzados y ya son aceptadas socialmente hasta en los eventos más formales. La clave es no usarlos en modo gimnasio, sino para descontracturar un conjunto: con vestido y blazer, pollera de cuero y sweater, pantalón sastrero y camisa, jean y tapado.
Accesorios
Ya lo han dicho los expertos: nada mejor para terminar bien un look que ponerle los accesorios correctos. Además, es una forma económica y práctica para renovar un armario en la nueva temporada. ¿Cuáles son los que podemos sumar el próximo otoño? Bufandas extra grandes en colores cítricos o pasteles; joyería estructurada en metal o de inspiración ochentera en acrílico; anteojos estilo Matrix; boinas marineras; riñoneras; carteras en materiales inesperados como madera o paja, o bolsitos pequeños de cuero en formato geométricos; medias lúdicas: pantimedias de colores y texturadas, soquetes cortitos de lúrex o medias ¾ de estilo deportivo. ¡A divertirse!