La fórmula conmutativa
Sábado 18 de mayo, amaneció soleado, como esos días en los que solemos decir "hoy es un día bien peronista". Y vaya que lo fue.
Creo que hoy la mayoría de los argentinos se sentiría identificado en su típica rutina: levantarse, desbloquear el celular y prender la tele mientras se tomaba unos mates o una taza de café; hasta que algo irrumpió con esa armonía mañanera. Para algunos fue para bien; para otros, no tanto. Pero el tablero político se movió.
Hoy me tocó por la mañana estar en un acto de educación organizado por diferentes dirigentes del oficialismo en Barracas, pero ese algo se sentía en el ambiente. Todos sabíamos que Cristina Fernández de Kirchner acababa de anunciar su vicepresidencia.
La fórmula Fernández-Fernández movía el primer alfil del año electoral presidencial. Ahora, la cancha estaba marcada en un lado del tablero. Pero del otro lado del tablero la incertidumbre reinaba y los celulares ardían.
Justamente lancé un tweet en mi cuenta que decía: "Hoy la clase dirigente está escribiendo WhatsApps en una velocidad superior a la de los millenials", lo estaba viendo en vivo y en directo.
La propiedad conmutativa es una propiedad fundamental que tienen algunas operaciones en las que el resultado de operar dos elementos no depende del orden en el que se toman. Fue lo primero que se me vino a la cabeza cuando me enteré de la fórmula. Pero, ¿realmente el orden de los factores no altera el producto?
El papel del presidente no es el mismo que el del vicepresidente. En una campaña electoral su incidencia podría ser mínima. Incluso a veces los candidatos por la vicepresidencia casi que no figuran en la comunicación de campaña. Pero ahora bien, el rol a la hora de asumir no es el mismo.
El vicepresidente maneja la Cámara Alta, el Senado de la Nación. Cristina hoy es senadora nacional, pero en el caso de ir como candidata a presidente perdería a un Kirchner puro dentro del recinto.
A su vez, Máximo forma parte del bloque del FPV en la Cámara de Diputados de la Nación. Ante una eventual vicepresidencia de Cristina en la Cámara Alta, el control del Poder Legislativo estaría garantizado: vicepresidente nacional (Poder Ejecutivo) y presidente del Senado (Poder Legislativo).
Teniendo el control de estos dos poderes y con mayoría en ambas cámaras gracias a los consensos que pueda llegar a obtener durante la campaña con los gobernadores para el Senado y con Máximo en Diputados, el peronismo tendría luz verde en el Congreso para realizar reformas constitucionales.
Tal como han anticipado en este último tiempo, ese es uno de sus objetivos. Algo realmente aterrador: designar jueces afines a la ex presidenta con tal de poder negociar su impunidad.
¿Cómo la opinión publica responderá a esta fórmula? Las sospechas de una eventual renuncia de Alberto Fernández, si es que esta fórmula triunfara, son recurrentes y hoy se vio reflejado en las redes sociales. La base electoral de CFK inmediatamente se trasladará al otro Fernández, pero la gran pregunta que aún no se ha terminado de responder es: ¿habrá acuerdo en el PJ?
"Cámpora al gobierno, Perón al poder", fue la frase que más resonó en todos los medios de comunicación. La realidad es que la historia nos demostró que no tuvo un final muy feliz: un golpe de Estado a María Estela Martínez de Perón en 1976 y el inicio de la época más oscura de la Argentina. ¿Querrán los argentinos volver 46 años atrás?
La historia no se repite dicen algunos, en tal caso rima. No son los mismos actores, pero sí la misma estrategia. Aprendamos de los errores, no hagamos de la historia un libro de rimas erróneas.