En un histórico viaje, el Papa Francisco llegó a Chile en una gira que también lo llevará hacia Perú. Su viaje incluye a los mapuches, cárcel de mujeres, condena y repudio a los abusos sexuales de parte de miembros de la Iglesia. El Papa de todos, menos de los cambiemitas.

Si bien es sabido que el Sumo Pontífice tiene una visión crítica sobre el sistema económico capitalista, esto muchas veces es interpretado como un tiro por elevación especialmente hacia el presidente Mauricio Macri, quien siempre declara maravillas sobre las bondades de la economía mundial. Varios idas y vueltas acumulan el gobierno con la Iglesia, en especial por la deteriorada situación económica y social que atraviesan los sectores populares en nuestro país, sobre los cuales el Papa tiene larga data de trabajo y conocimiento. Por ese motivo, no sorprende que Francisco tenga una notoria desconfianza hacia la administración de Cambiemos.

Francisco ha visitado un gran número de países en Latinoamérica, pero por ahora siempre evitó -inclusive pisar- visitar nuestro país. Cabe destacar que tampoco lo hizo durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, quien desde el primer día de la elección de Jorge Bergoglio como Sumo Pontífice celebró que sea un argentino quien comande la Iglesia Católica. Esta buena sintonía entre ambos se ve reflejada en las visitas de la ex presidenta al Vaticano, a Francisco se lo vio con “mejor onda” que las famosas caras “de orto” cuando fue visitado por Macri. Lo cual no pudo ser ocultado ni siquiera por la prensa adicta. Otro dato que refuerza el buen vínculo que mantiene el kirchnerismo con el Papa fue cuando este visitó Brasil. CFK fue hasta Río de Janeiro para encontrarse con él en el marco de la XXVII Jornada Mundial de la Juventud, algo que Macri no hizo en esta ocasión y solo replicó un telegrama que emitió el Papa mientras sobrevolaba nuestro país.

¿Pero realmente hay un resquemor entre nuestro presidentecoraje y Francisco? Desde las primeras líneas del gobierno lo niegan rotundamente. No obstante, desde la prensa adicta se suele criticar duramente al Papa. Otro dato no menor son las campañas del troll center del gobierno en contra de la figura papal. Incluso el diputado Fernando Iglesias, más conocido como el troll con fueros, lo acusó de operar políticamente a favor de un sector de la oposición.

Ahora bien, los interlocutores de Francisco suelen reiterar que él sigue la situación del país con mucha preocupación, mal que le pese a Marquitos, quien se encargó de negar cualquier cuestión política que distancie al Papa de Macri. Claro que si, campeón. Lo cierto es que el Papa propone una agenda a contramano de la historia reciente de la Iglesia. Ni Ratzinger ni Wojtyla -el Papa preferido de los anti Francisco- tuvieron los gestos de Francisco en su gobierno y sus giras.

En Chile, su primera parada fue emblemática: se acercó hacia la tumba de Enrique Alvear, el "obispo de los pobres", quien fue obispo de Santiago y murió en 1982. En su visita al Palacio d La Moneda, Francisco apeló a la capacidad de escucha del pueblo chileno y sus autoridades, “es preciso escuchar: escuchar a los parados, que no pueden sustentar el presente y menos el futuro de sus familias; a los pueblos originarios, frecuentemente olvidados y cuyos derechos necesitan ser atendidos y su cultura cuidada, para que no se pierda parte de la identidad y riqueza de esta nación”.  Al otro día realizó una misa multitudinaria para más de 400 mil personas, visitó una cárcel de mujeres a las que les indicó que "ustedes están privadas de la libertad, pero nadie puede ser privado de la dignidad" y en un distendido diálogo con las reclusas les citó el tango Cambalache, “dale nomás, dale que va, que allá en el horno nos vamos a encontrar".

Francisco llegó a la capital de la región de la Araucania. Allí en Temuco, el Papa inició su homilía en mapudungun, idioma mapuche para saludar a sus invitados especiales, “Mari, Mari, küme tünngün ta niemün” lo que significa “buenos días, la paz sea con ustedes”. Luego de esto, el Papa pidió cesar la violencia en la Araucanía, “la violencia termina volviendo mentirosa la causa más justa” y hasta citó a ¡Violeta Parra! “Arauco tiene una pena que no la puedo callar, son injusticias de siglos que todos ven aplicar".

Párrafo aparte para la condena a los abusos sexuales perpetrados por miembros de la Iglesia en Chile en la mismísima Moneda, el Papa dijo sentir “dolor y la vergüenza ante el daño irreparable causado a los niños por parte de ministros de la Iglesia”, también aseguró que es necesario pedir justicia y evitar que eso vuelva a suceder.

Las segundas líneas del gobierno deberían escuchar un poco más a Francisco y su mensaje de inclusión. El Papa critica un sistemaque reproduce a diario las injusticias hacia los más vulnerables y obra en consecuencia. El gobierno nuevamente pifia al momento de elegir de que lado de la mecha se encuentra. No parece una equivocación.