La votación

En un clima de alta tensión la ley de legalización del aborto obtuvo 129 votos a favor, 125 en contra y 1 abstención. El bloque del FPV-PJ fue el que más votos aportó (54), mientras que Cambiemos fue la fuerza que más adhesiones por la negativa acumuló (65). No obstante, una de las claves para la media sanción fue la transversalidad y la libertad de acción a la hora de votar.

En ese marco se dieron situaciones insólitas como que un sector peronista aplauda al feminista menos pensado, Fernando Iglesias, o que Silvia Lospennato haya hecho emocionar a toda el ala abortista.

Sin embargo, la estrella de la madruga no estuvo presente en el recinto. Mientras algunos esperaban un llamado de Macri para que destrabe la situación (algo imposible a esa hora de la mañana), el gobernador Carlos Verna de La Pampa intercedió para que tres diputados se volcaran por el sí y dar luz verde a la aprobación. Un gol agónico sobre la hora como el recordado Ramirazo en La Bombonera.

La falta de argumentos

El sector que se autodenomina "Provida" mostró en sus exposiciones una falta de argumentos crítica y alarmante, algunos incluso rozaron el ridículo. No solo por no estar a tono con los tiempos que se viven y desconocer las demandas del movimiento de mujeres, sino también por carencia técnica en los discursos, desconociendo cifras oficiales, mintiendo sobre algunos aspectos del proyecto para confundir y aventurando teorías alocadas sobre lo que podría pasar de aprobarse la ley.

En este sentido, la diputada Ivana Bianchi expresó que la legalización del aborto produciría el "tráfico de cerebros e hígados de fetos". Pero esto no fue todo, el siempre polémico Alfredo Olmedo advirtió que va a presentar un proyecto para la creación de un cementerio de fetos.

Y la cosa no terminó ahí, la legisladora Estela Regidor comparó el aborto con perros: "¿Qué pasa cuando una perrita queda embarazada? No la llevamos al veterinario a que aborte".

Por último, Martín Medina habló de la posibilidad de que proliferen "tours abortivos de países limítrofes" y, a su vez, contó la historia de su amigo Pitu, que tiene nueve hijos y vive de changas. Tírele un hueso, señor diputado. La atención que cobró el debate quizás pueda hacer pagar a algunos diputados en las próximas ante tan flojos rendimientos.

La furia de Carrió

Lilita Carrió llegó de madrugada, fresca, no hizo uso de la palabra en el recinto, pero en declaraciones a la prensa afirmó que votaría en contra aun sabiendo que hay mujeres que mueren por practicarse abortos. Es sabido que el debate generó una grieta dentro de Cambiemos. La primera demostración fueron las dos fotos del ala pro aborto y la del sector de "Salvemos las 2 vidas". Hasta ahí solo parecía una pequeña disputa política pero luego de la votación estalló la líder de la Coalición Cívica.

La diputada, visiblemente enojada, se retiró del recinto al grito de "a todo Cambiemos: ¡la próxima rompo!". La interna elevó su temperatura y esta es la peor noticia para el presidente Mauricio Macri que, en el peor momento de su gestión, y cuando más necesita que su coalición cierre filas, puede perder una de sus figuras y sostén clave.

La batalla en el Senado

El Senado tiene la responsabilidad de convertir en ley el proyecto. Caracterizada por ser la cámara más conservadora y que sus miembros son los que están más expuestos a presiones de los gobernadores, a priori, parece plantearse como un escenario difícil. Sin embargo, ya se expresaron a favor los dos jefes de los bloques mayoritarios: Miguel Ángel Pichetto y Luis Naidenoff (Cambiemos).

Otro gran espaldarazo que recibió la legalización del aborto fue dado por el bloque de senadores del FPV-PJ quienes adelantaron que todos sus miembros (9) votarán a favor, incluso la senadora nacional Cristina Fernández de Kirchner.

En este escenario, nuevamente el rol de los indecisos será fundamental para la sanción de la ley, y aunque el poroteo da en estos momento una leve ventaja para el rechazo, no parece que exista algún obstáculo para la marea verde que todo lo puede.