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Los dos equipos salieron a ganar pese a la ventaja parcial que tenía el Real Madrid. Tan sólo tres minutos alcanzaron para que el equipo alemán abriera el resultado: Joshua Kimmich puso en ventaja al Bayern con un remate cruzado desde el área chica.

Con mucha potencia ofensiva y poca defensa, los dos equipos tuvieron muchas situaciones y los arqueros empezaron a adquirir protagonismo. La ventaja le duró poco a los alemanes: Karim Benzema empató el partido de cabeza a los 11 minutos del primer tiempo. El delantero francés fue, junto al arquero Keynor Navas, la gran figura de la jornada.

Al minuto del segundo tiempo, Benzema puso en ventaja al Madrid. El francés puso el 2-1 tras un gran error del arquero rival, que dudó en tomar la pelota con la mano y, cuando quiso patearla, ya era tarde. El gol del Real Madrid cayó como un baldazo de agua fría para los rojos.

Quien empataría el partido, a los 15 minutos de la segunda parte, sería James Rodríguez. El ex Real Madrid definió y la pelota rebotó en Varane, pero la pelota volvió a quedar en los pies del colombiano que le pegó por abajo de los pies de Navas e igualó las cosas.

A partir de allí, comenzaría un monólogo del equipo alemán en que la gran figura fue Navas. El costarricense sacó todo: remates desde afuera del área, centros e incluso tuvo reflejos suficientes para tapar una jugada que se había desviado en un defensor del Madrid.

El Real Madrid jugará su tercera final consecutiva y puede conseguir algo nunca visto en la historia: levantar la Champions League por tercera vez consecutiva. Aunque falta el partido de vuelta, el Liverpool consiguió una victoria por 5-2 en la ida y es el favorito para encontrarse con el Merengue.