La final del Mundial de Qatar 2022, que se jugará este domingo entre la Selección argentina y la de Francia, tendrá en el banco de suplentes a los técnicos Lionel Scaloni y Didier Deschamps, de estilos distintos y con un objetivo compartido.   

Inexperiencia y carácter, contra solvencia y trayectoria. Ambos entrenadores se enfrentarán en el Estadio de Lusail para tratar de quedarse con la Copa del Mundo. El interino que cambió la historia: Con 44 años, Lionel Scaloni es el entrenador más joven del Mundial. Ex futbolista de raza que desarrolló gran parte de su carrera en España, asumió las riendas del equipo argentino con carácter interino.   

La eliminación del Mundial de 2018 en octavos de final, precisamente ante Francia, desató una tormenta que terminó con la salida de Jorge Sampaoli. La AFA apostó por Scaloni, en el banco de la Sub-20, como solución de urgencia, a la espera de encontrar un entrenador de prestigio.   

Mientras buscaban, el joven director técnico se hizo fuerte en el cargo y, pese a su corta experiencia, consiguió generar un bloque unido alrededor del indiscutible líder, Lionel Messi.   

El título de la Copa América, que la Argentina no ganaba desde 1993, fortaleció su figura. Por primera vez en mucho tiempo, un técnico de la albiceleste suscitó consenso. Scaloni ha sabido jugar un papel moderado, tranquilo, racional.   

Al asumir el cargo, el oriundo de Pujato, con un perfil que podría entenderse como débil por aficionados e incluso futbolistas, se rodeó de exjugadores como Pablo Aimar, Fabián Ayala y Walter Samuel para crear un staff técnico de figuras respetadas y queridas. Aportó naturalidad, convivió con las críticas y generó un equipo volcado con sus líderes, Di María y, sobre todo, Leo Messi. Potenció sus fortalezas y en 2021 levantó la Copa América y con el Mundial completaría un ciclo histórico. El sensato acumulador de triunfos: Didier Deschamps integra la lista de privilegiados que han levantado la Copa del Mundo como futbolistas y también como entrenadores. En el caso del francés, lo hizo como pivote titular de la Selección gala en Francia 98 y como técnico en Rusia 2018.   

A un paso de conquistar la Champions al mando del Mónaco, cayó en la final ante el Oporto 2004. Después pasó por Juventus y Olympique de Marsella antes de ser nombrado seleccionador, en 2012.   

Es el técnico que más eliminatorias mundialistas ha ganado, con ocho. Cuestionado en muchas ocasiones, ha sido capaz de llevar a un equipo implacable en el aspecto físico, con superestrellas como Kylian Mbappé o Antoine Griezmann y jugadores díscolos, como Paul Pogba, a lo más alto.   

"Lo más importante ahí es saber hacer un buen grupo, porque tienen que convivir durante 55 días y hay que buscar los buenos equilibrios", supo remarcar. Deschamps asumió la decisión en primera persona, aceptando que de fracasar, todo el peso del movimiento caería sobre su persona. Protegió al grupo, y venció. Dos técnicos diferentes, dos estilos de juego distintos, ambos hicieron méritos para quedarse con el premio mayor. Deschamps, con su amp­­lia experiencia y bagaje, ya sabe lo que es levantar ese trofeo. Scaloni, con su juventud e inteligencia táctica y emocional, va por un logro casi impensado. El trabajo ya está hecho. Sólo queda concluirlo.    NY/PT