Mauricio Macri dio un nuevo paso en su intención de implementar las Sociedades Anónimas Deportivas -SAD- en los clubes de fútbol. En un nuevo boletín oficial, modificó el Decreto 1212, que establece un régimen de beneficios en el aporte de los clubes para la seguridad social.

En concreto, el Gobierno nacional elevó la alícuota del 6,5% al 7,25%, les impuso a las instituciones deportivas nuevos impuestos que antes no estaban incluídos y perjudicó, en particular, a las que albergan institutos educativos, que eran favorecidas al no pagar la retención de tributos. Si bien en la Casa Rosada amagaron con derogar el decreto -lo que hubiera significado un golpe terminal para las entidades-, la decisión ejerce más presión sobre sus ya maltrechas arcas.

El problema para los clubes que también tienen colegios radica en que los aportes antes los absorbía el Ejecutivo, debido a la función social que cumplen a diario. ¿En qué proporciones los afectará? Para River Plate, se traducirá en una erogación adicional que se acerca a los $100 millones anuales. Otros clubes que están en vilo por la resolución son Vélez, Independiente, Banfield, Lanús y Unión.

El beneficio fue promulgado en 2003 por la presidencia de Eduardo Duhalde y hasta entonces se mantenía vigente. En medio de una recesión sin fecha de vencimiento, la medida asfixia económicamente a los clubes. "Hay una clara intención del Gobierno de empujar a los clubes a las SAD. Es un tema muy sensible. Macri ya hizo esto cuando fue presidente de Boca y ahora lo está haciendo de vuelta", sostuvo Hernán Arboleya, el vicepresidente de Lanús, en diálogo con el portal Doble Amarilla. 

Tal como explicó el funcionario del Granate, el presidente tiene sed de revancha. El 20 de julio de 1999 intentó que se aprobara la posibilidad de introducir en el Estatuto de la AFA la figura de las SAD. El resultado fue, según sus propias palabras, la peor derrota de su carrera: un sólo voto a favor, ante los 34 que sumó el rechazo a la iniciativa. Sus principales laderos políticos, en la actualidad, son Fernando de Andreis y Fernando Marín.

A fines del año pasado, cuando la AFA había pautado un llamado a una Asamblea Extraordinaria con el objetivo de reformar el reglamento y permitirle a los clubes optar entre ser sociedades sin fines de lucro o abrir sus puertas a los capitales extranjeros -intento luego frustrado-, la mayoría de las instituciones se opuso a la iniciativa. 

Recorta Macri beneficios excepcionales a los clubes de fútbol y presiona para imponer las SAD

Dirigentes de San Lorenzo, Racing, Lanús y Vélez expresaron públicamente el rechazo de plano a su desembarco, así como Boca Juniors -Daniel Angelici es el interlocutor oficial entre AFA y Casa Rosada-, Talleres de Córdoba -virtualmente administrado por capitales mexicanos, mediante su presidente Andrés Fassi- y Defensa y Justicia lo vieron con buenos ojos.

Por aquellos días, River, hoy uno de los mayores perjudicados por la resolución gubernamental, sacó un comunicado taxativo en alusión a las SAD: "Un balance en cero es un buen balance para una entidad sin fines de lucro: significa que ha administrado bien sus ingresos-egresos y ha distribuido su superávit en beneficios y servicios a los socios. Un balance en cero es un mal balance para una entidad lucrativa, porque significa que no ha ganado dinero, que es el último fin de sus socios accionistas".