Otra vez. Al igual que contra Boca en el último Superclásico y ante Racing en Octavos de Final, Marcelo Gallardo doblegó tácticamente al entrenador rival y, junto a una entrega descomunal de sus dirigidos, le aseguró un triunfo clave a River.

Sus decisiones volvieron a reflejar una calidad que ya nadie duda: colocar tres delanteros desde el arranque para tapar la salida de Independiente, dosificar el juego de Juanfer Quintero para utilizar su desequilibrio con el partido quebrado y los rivales cansados, y la presión alta que ejercieron Palacios y Nacho Fernández. Todo eso dio sus frutos.

Todas las disposiciones tácticas, además de lograr el pase del Millonario a Semifinales de la Copa Libertadores, dieron cuenta también de la diferencia que marca el Muñeco en las series eliminatorias. Esas que suele dominar de inicio a fin y que lo convirtieron en uno de los mejores entrenadores de Sudamérica en la actualidad.

Ariel Holan es, por supuesto, un gran técnico, así como también Independiente es un gran equipo que, partido a partido, demuestra una identidad de juego que supo tener en sus épocas más gloriosas y perder hace no más de una década.

Sin embargo, no les alcanzó para contrarrestar la astucia de un Gallardo letal en estas instancias, ni la determinación de un plantel que conjuga a la perfección carácter, entrega, solidaridad e inmejorables momentos individuales.

Ahora, ambos deberán ratificar ante Gremio que River está en condiciones de ser considerado uno de los cuatro mejores del continente.