Mauro: un crack en todo el mundo, menos Argentina
De sólo 25 años, Icardi salteó los pasos de la mayoría de los jugadores argentinos que hoy brillan en Europa: hizo inferiores en Barcelona, debutó en la Sampdoria -donde permaneció dos temporadas- y se incorporó al Inter en 2013. Muchas veces más vinculado al escándalo mediático que al fútbol, el delantero es una pieza clave del Nerazzurri y su eterno capitán, Javier Zanetti, considera que el delantero tiene que ir a Rusia.
Llegó al Inter hace cinco temporadas. Con excepción de ese primer año en el equipo italiano -donde marcó 9 goles en 23 partidos- siempre mantuvo su promedio de gol por arriba del 0,5 (un tanto cada dos partidos). Esta temporada, con 25 gritos en 31 partidos, el delantero de 25 años promedia 0,88 goles y es el segundo máximo artillero de la Serie A.
Esta temporada, con 25 gritos en 31 partidos, Icardi promedia 0,88 goles y es el segundo máximo artillero de la Serie A.
Lejos de ser el equipo que levantó la Champions con Mourinho como DT, el Inter es en el presente -en términos futboleros- "un equipo que no juega a nada” al igual que su rival el Milan, en una liga donde la Juventus, la Roma y el Nápoli han acaparado el protagonismo.
Con un promedio de gol similar al de Gonzalo Higuaín, Icardi está lejos de Rusia y hoy parece más probable que Lautaro Martínez sea quien integre la lista de 23 y no el delantero que sonó para reemplazar a Benzema en el Real Madrid, incluso ante la baja de Darío Benedetto por lesión. Tuvo su oportunidad en la Selección y, en línea con el mal momento del equipo en las Eliminatorias, no estuvo cerca de su nivel.
En su carrera en el fútbol italiano, Icardi ya jugó 210 partidos en primera, anotó 114 goles y dio 27 asistencias. En el partido ante la Juventus, que se disputó el sábado por la tarde, el delantero argentino empató el partido y su equipo iba ganando hasta el minuto 86, cuando un gol en contra de Milan Skriniar empató el partido. Dos minutos más tarde, su competencia por la 9 de la Selección, Higuaín, marcó el 3-2 que sepultó el resultado.
La cronología del partido funciona como analogía del presente de Icardi: un jugador que está cerca de pelear en lo más grande pero al que, por ahora, la suerte lo gambetea.