Los Pumas debutaron este sábado en la Copa del Mundo de Rugby con una derrota frente a Inglaterra en el Stade Velodrome de Marsella. El resultado del partido fue contundente, 27-10 a favor de la Rosa, y la actuación de la selección argentina, decepcionante. 

A los 10 minutos de juego, Tom Curry fue expulsado por la nueva “regla Búnker”, que permite a los jueces auxiliares revisar la acción a juzgar mientras el partido se sigue desarrollando. La infracción del inglés fue penada con la tarjeta roja, después de que el fullback argentino Juan Cruz Mallía saltara para tomar la pelota y, al buscar el contacto con el césped, recibiera un cabezazo en el rostro por parte de su adversario. 

A partir de esta acción, Emiliano Boffelli aprovechó el penal y estableció el 3-0 parcial favorable a los argentinos, que no supieron después sacar rédito al hombre de más que tuvieron todo el partido.

Los Pumas cometieron demasiados errores y sucumbieron ante el equipo europeo, que tuvo a George Ford como la figura, ya que anotó todos los puntos de su equipo. Argentina recién se acercó en las cifras sobre el final del encuentro.

Aunque en este mismo escenario los argentinos habían conseguido la mayor goleada mundialista de su historia (63-3 a Namibia en 2007), en esta ocasión a los dirigidos por el australiano Michael Cheika les tocó perder el primer partido de los cuatro que disputa cada selección en la fase de grupos del torneo.

El equipo albiceleste buscará la redención el viernes 22 de septiembre contra Samoa, luego se enfrentará a Chile (el sábado 30) y cerrará la primera ronda frente a Japón (el domingo 8 de octubre).

Este viernes, Nueva Zelanda, el máximo ganador del certamen junto a Sudáfrica (3), cayó por 27-13 contra Francia, el anfitrión. De esta manera, los All Blacks sufrieron una derrota en la fase de grupos de un mundial por primera vez en la historia.