Ex barra de Boca (que tuvo derecho de admisión), nuevo presidente de la B Metropolitana
La Primera B Metropolitana del fútbol argentino tiene un nuevo presidente en la AFA. Maximiliano Levy, el mandamás de Almirante Brown, fue elegido para representar a la categoría en reuniones de comisión directiva y asambleas generales. Sin embargo, no es un dirigente más. Estuvo preso por encubrimiento agravado, manejó las finanzas de la barrabrava de Boca Juniors y, hasta ayer, pesaba sobre él un derecho de admisión que le impedía ingresar a las canchas.
El 13 de enero de 2019, Levy ganó por tan solo 33 votos las elecciones presidenciales en el club de Isidro Casanova. De 44 años, es un popular empresario de Ramos Mejía, donde manejó el boliche Cromo y forjó amistades con varios futbolistas. Además, tuvo a su cargo tres restaurantes.
Pero antes de su labor dirigencial tuvo otras historias: en la tribuna de Almirante Brown, conoció a Maximiliano Mazzaro, quien fue exnúmero dos de La Doce cuando era gobernada por Mauro Martín. Por eso no fue casual que empezara a aparecer en los paraavalanchas de La Bombonera.
La amistad con Mazzaro le valió la cárcel. Fue a principios de 2013, cuando la Justicia ordenó la detención del socio de Martín, acusado del asesinato de Ernesto Cirino, un vecino de Liniers atacado a golpes en agosto de 2011 tras una discusión callejera.
Mazzaro se fugó y Levy lo ayudó a permanecer en la clandestinidad. Por ese episodio fue detenido el 2 de marzo de 2013 en Ezeiza, cuando regresaba de Ecuador tras ver al Xeneize por la Copa Libertadores. Estuvo preso 88 días y quedó en libertad con una probation que le dio el Tribunal Oral Nº24, ya que su abogado comprobó la amistad entre el acusado y el prófugo: el inciso 4° del artículo 277 del Código Penal establece que el delito de encubrimiento no debe aplicarse cuando los acusados sean cónyuges, padres, hijos, hermanos o primos de quienes ayudaron. También incluye a los amigos íntimos.
El actual presidente de Almirante Brown también estuvo implicado en una causa de asociación ilícita, en 2014. Era el cerebro financiero de La Doce: manejaba el dinero que cada 15 dias entraba en las cuentas de la barrabrava cuando Boca jugaba de local. El estimado mensual promediaba el millón y medio de pesos.
Tras aquellos episodios decidió alejarse de las tribunas. Pero a fines de noviembre pasado reapareció en la escena pública por duplicado. Primero causó polémica al asistir a la fallida Superfinal de la Libertadores entre River y Boca en el Monumental, donde se fotografió en la platea San Martín. "Tanto lío por llevar a ver a mi mujer a un partido, por Dios. Que vigilantes", dijo cuando su imagen se filtró a los medios, tras ser detectado por hinchas millonarios.
Cuatro días después, en un partido a puertas cerradas de la Primera B Metropolitana entre Almirante Brown y Talleres de Remedios de Escalada, se ganó el derecho de admisión a las canchas por insultar a la terna arbitral. Entonces, la Aprevide indicó que "a pesar de que solo había dirigentes en las tribunas, Levy comenzó a insultar a la terna arbitral. Cuando se le requirió que depusiera de su actitud frente a los gestos que iban en aumento, alegó: 'Yo soy dirigente'".
La restricción tenía vigencia hasta 2020, pero, tras la designación para representar a su divisional en AFA, fue sobreseído. "Soy un pibe común y corriente, vivo estigmatizado. Si la tapa del diario no dijera exbarrabrava, algo que nunca fui, esto no pasaría", afirmó esta mañana en diálogo con TN.
Si bien no tuvo injerencia directa en la elección -ya que ahora participa de la mesa directiva de la Primera B Nacional, como presidente de Barracas Central-, ninguna decisión dentro del ascenso se ejecuta sin la consulta y el aval de Claudio Chiqui Tapia.