La Selección argentina de fútbol Sub 23 vivió una situación insólita en el duelo frente a Marruecos, en su debut en el Grupo B en los Juegos Olímpicos de París. Cristian Medina había logrado el empate 2 a 2 de forma agónica, pero el partido no pudo terminarse porque los hinchas del conjunto africano arrojaron petardos e invadieron el campo en el estadio Geoffroy-Guichard de Saint-Etienne.

En consecuencia, los jugadores debieron retirarse y aguardaron dos horas por lo que definieran las autoridades. Finalmente, ambos equipos volvieron a precalentar para disputar los pocos minutos restantes, mientras que el árbitro revisó el VAR y anuló por posición adelantada la igualdad del combinado albiceleste.

Soufiame Rahimi marcó los tantos de Marruecos, segundos antes de que terminara el primer tiempo y a poco de comenzado el segundo, de penal. Giuliano Simeone, quien ingresó desde el banco, descontó para Argentina y Medina, cuando ya se jugaban 60 minutos del complemento (el árbitro agregó 15 por la cantidad de interrupciones que hubo), logró la virtual igualdad, que finalmente fue invalidada.

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El equipo que dirige Javier Mascherano salió a la cancha con: Gerónimo Rulli; Joaquín García, Marco Di Césare, Nicolás Otamendi, Julio Soler; Thiago Almada, Santiago Hezze, Cristian Medina, Kevin Zenón; Lucas Beltrán y Julián Álvarez.

Por el lado del conjunto africano, la principal figura en los Juegos es Achraf Hakimi, el lateral derecho que se desempeña en París Saint-Germain.

Luego de la alegría que significó la obtención de la Copa América en Estados Unidos, el seleccionado Sub 23 busca repetir la medalla dorada que alcanzó en 2004 y 2008, en ambas oportunidades con Mascherano dentro de la cancha. 

En un reciente amistoso, la Albiceleste perdió 1-0 contra Guinea, luego de haber concretado un correcto Preolímpico, en el que se clasificó por detrás de Paraguay, pero con el dulce aroma de haber eliminado a Brasil.