La crisis cambiaria le golpeó la puerta al fútbol. En el segundo aumento del año, las entradas populares para ir a ver los equipos de Primera División subieron un 25%. El máximo que pueden cobrar los clubes pasó de 320 a 400 pesos. Sí: más caro que una entrada para ir a ver un concierto en el Colón.

La decisión fue del Comité Ejecutivo de la AFA y los socios tiemblan porque se espera que la medida impacte en el precio de la cuota social, lo que podría desalentar la presencia de los hinchas en los estadios de fútbol.

La cronología de los aumetnos de las entradas es impactante. En el 2014, las entradas salían $90. El deporte que aman los argentinos, incluido el Presidente, sufrió una inflación de 344% en cuatro años. Los precios aumentan a trasmano de la seguridad y las condiciones de higiene y cuidado de los estadios. 

Mientras en River y en Boca corren cada vez más fuerte los rumores de mudar las canchas o refaccionarlas por completo, con la grieta entre los socios que bancan la decisión y los que no, ir a ver a los más grandes se volvió un privilegio.

Mirando un poco más atrás, el panorama se vuelve más desalentador. En 2003, una popular valía $10.

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