Franco Armani fue un protagonista excluyente de la primera Superfinal de la Copa Libertadores en La Bombonera. En el transcurso del partido, pasó de ser villano a héroe para sostener el empate, por 2 a 2, entre River Plate y Boca Juniors.

Cuando promediaba la primera mitad, Ramón Wanchope Ábila sacó un remate desde la puerta del área y el arquero millonario le cedió un rebote evitable, que el goleador no desaprovechó: de zurda, adelantó al Xeneize por 1-0.

Sin embargo, en una de las últimas jugadas del partido, Ábila combinó con Tévez, quien se escapó ante la marca de Maidana y dejó mano a mano a Darío Benedetto en el punto del penal. Como ocurrió en la semifinal contra Gremio, Armani achicó al delantero y volvió a salvar la derrota con una atajada formidable.