La Unidad Disciplinaria de Conmebol determinó sancionar a River con la disputa de dos partidos a "puertas cerradas", que se cumplirán en la temporada 2019, además de una multa económica de US$400 mil, a raíz de la agresión de hinchas a jugadores de Boca, que provocó la postergación de la final de la Copa Libertadores.

Sin embargo, y aunque no lo explicitó en el fallo, la principal sanción para los millonarios es el cambio de sede de la Superfinal, que no solo fue trasladada al Estadio Santiago Bernabéu, de Madrid, España, sino que, además, será abierto al público en general.

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De esta manera, luego de que el partido de ida en La Bombonera (2-2) fuera disputado solo con público local, la vuelta, en cambio, será en una sede neutral y con ambas parcialidades.

Por supuesto, la dirigencia de River Plate anticipó que apelará el fallo del Tribuna de Disciplina de la Conmebol, ya que entienden que las agresiones se produjeron luego de un serio fallo en el operativo de seguridad organizado, liderado y ejecutado por la Policía de la Ciudad.