Los dos años de contrato de Carlos Tévez en el fútbol chino pueden definirse en una palabra: incertidumbre. Si bien la firma del jugador dice que vestirá camiseta del Shangai Shenhua un año más, todo parece indicar que en diciembre pega la vuelta. Los constantes coqueteos con Daniel Angelici, la puesta a punto con un preparador físico y los rumores que la prensa argentina hace trascender son prueba de ello.

Una oportunidad de reivindicarse


Los días 19 y 26 de noviembre, el equipo del Apache jugará los dos partidos de la final de la Copa de China. Si bien es muy difícil que un par de encuentros borren el mal año de Tévez, sí podría reinvindicarse ante una afición que esperaba mucho del ex delantero de Boca, jugador que tiene uno de los salarios más altos del mundo.

La mala temporada de Carlitos


No sólo es una cuestión futbolística. Tévez jamás se sintió cómo en China; dijo que eran "torpes", que jugaban mal y que estaban a años luz de dejar de ser una liga de fútbol amateur. Jamás rindió ni pareció importarle, sólo parecía estar decidido a permanecer un año, cobrar una fortuna y volver a Boca. 

"El pibe melancólico". Así lo apodaron en la prensa china. "Sólo se puede utilizar la palabra fracaso para describir su temporada", dijeron los asiáticos.


Sin embargo, no es fútbol argentino. Probablemente, siendo figura en las finales y dándole un título al equipo, los fanáticos logren quedarse con un recuerdo bueno, o no tan malo, de un Carlos Tévez al que eso poco le va a interesar. "El pibe melancólico" quiere volver, Angelici está realizando las gestiones para traerlo y Juan Román Riquelme ya dio su veredicto: "Si Tevez vuelve tiene que ser capitán. El equipo tiene que jugar alrededor de él".