“A veces te entra, a veces no te entra, pero que, en una final del mundo te salgan las cosas, es hermoso", aseguró".

"No me di cuenta del valor que tenía porque fue rápido. Me acuerdo que salimos rápido al contraataque que tuvimos en la última para ganarlo con Lautaro (Martínez) de cabeza. No la pude apreciar como la aprecié cuando se ganó la final. Lo primero que se vio fue eso", expresó entre risas el arquero del Aston Villa, quien se siente muy agradecido por el reconocimiento.

El "Dibu" también detalló cómo fue esa jugada en su cabeza: "Fue una jugada rápida, sucia también. Cuando le queda a Muani, queda un poco en diagonal. Dije, ´bueno, le achico despacio´. No me apresuré, porque sino me la pica por arriba. Le tuve que dejar un ángulo para que su última visión sea el primer palo. Después me jugué con mi mano y mi pie, rezando 'por favor, pegame'".

Por último, el arquero que se volvió una de las grandes figuras de Argentina expresó que quería que le de en la cara o donde sea: "Yo quería que me pegue en la cara, no me importaba dónde. Quería que me pegue. No me giro, cierro los ojos y me pongo todo duro y digo 'pegame, es lo único que te pido'. Estoy tan tenso y tan duro que rebota para adelante".