La filtración alertó a todo el mundo del espectáculo. Y no tardaron en caer las primeras personalidades importantes del mundo, en este caso, de la música. Madonna y el líder de U2, Bono, aparecen implicados en la cuestión de los Paradise Papers, una investigación basada en el análisis de 13,4 millones de documentos.

Según el documento, Madonna compró en 1998 acciones de SafeGard Medical Limited, una compañía adscrita a la jurisdicción opaca de las Islas Bermudas dedicada la cuestión de suministros médicos, como jeringuillas y agujas. Luego, el 30/06 de ese mismo año un total de 2.000 acciones fueron puestas a nombre de la cantante, quien ya está en el centro de escena y probablemente comience una investigación para determinar su participación.

Por su parte, Bono está señalado por sus vínculos con una inversión realizada desde Malta y Guernsey, una isla del Canal de la Mancha. El líder de la banda irlandesa fue parte del grupo impulsor de un centro comercial en Utena, una localidad formada por solo 25.000 habitantes  a alrededor de 100 km de la capital, Vilnius.

Entonces, el caso que destapa a cientas de inversiones millonarias de multinacionales a nivel mundial también salpica a famosos artistas que empezarán a estar tras los pasos de la Justicia.