Los cardiólogos intervencionistas de todo el país suspenderán durante 48 horas la colocación de stents y la realización de angioplastias este miércoles 28 y jueves 29 de agosto, por una medida de fuerza debido a la "crisis económica que atraviesa el sector".

A través de un comunicado, el Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) detalló que la acción, que iba a ser a mediados de mes pero fue pospuesta debido a intentos de negociación, responde a los "honorarios bajísimos y falta de insumos" o el alto costo de los mismos, situación que catalogaron como una "tormenta perfecta". 

En este marco, los profesionales de la salud aclararon que únicamente se atenderán las urgencias, mientras que las cirugías programadas serán postergadas.

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"Para llamar la atención sobre la gravedad de la situación, los cardiólogos instan al Gobierno nacional a intervenir urgentemente convocando al diálogo para solucionar este conflicto", señalaron desde la entidad a la vez que reclamaron la entrega de insumos por parte de las prepagas, las obras sociales y el PAMI.

El vicepresidente del CACI, doctor Alfredo Bravo (MN 70.119), recordó en declaraciones a Infobae que "la medida se había pautado para el 13 y 14" de agosto e indicó que el cambio de fecha se debió a que estaban "negociando con diferentes financiadores".

"Al no tener respuesta seguimos adelante con este paro simbólico para que la gente tome conciencia de la situación crítica que estamos viviendo en la salud específicamente en el área cardiovascular", advirtió.

En este sentido, denunció que "los financiadores de la salud proveen los dispositivos o prótesis de acuerdo a su conveniencia económica" y que "nunca es en consenso con el médico y con el paciente".

Asimismo, Bravo subrayó que "la dificultad se plantea en que se obliga al médico a usar una prótesis que quizás nunca la ha probado y tiene que experimentar en un paciente sin tener una experiencia previa" y alertó: "Eso es muy crítico porque se pierde el concepto básico de que el médico tiene que trabajar con las herramientas que conoce y que le dan seguridad".

Los firmantes del comunicado sostuvieron que, de no encontrarse una solución en el corto plazo, la actividad podría "literalmente desaparecer" y remarcaron: "La crónica deficiencia de insumos como el material de contraste y los stents, junto con la brecha entre el costo de mantenimiento de equipos y los valores pagados por los financiadores, son preocupaciones centrales que podrían conducir al colapso de la especialidad". 

"La pandemia ya demostró cómo la falta de atención adecuada puede incrementar la mortalidad cardiovascular, un riesgo que los cardiólogos señalan que podría volver a presentarse", sentenciaron.