Por la cuarentena, el consumo de Internet aumentó un 25% y con ello la vulnerabilidad de los niños, que pueden ser víctimas de abusadores sexuales que están al asecho. Ante esta situación, la ONG Grooming Argentina advierte sobre los riesgos a los que se enfrentan los niños en el mundo online.

En la teoría, el grooming se define como el acoso sexual virtual a niños, niñas y adolescentes en la web. En la práctica, por lo general es un adulto que se hace pasar por un menor o no, para establecer contacto y ganarse la confianza de la víctima. Una vez generado el vínculo recurrirá al chantaje o la seducción para obligarlo a que le envíe material íntimo.

Grooming: el peligro frente a la "hiperconectividad" de niños y adolescentes

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Al cruzar esta barrera y ante la falta de intervención por parte de los padres, el "groomer" podrá continuar con este procedimiento hasta conseguir un encuentro físico y abusar sexualmente del menor e introducirlo a una red pornografía y prostitución infantil.

El fundador de la ONG que lucha y asiste a víctimas del grooming, Hernán Navarro, señaló que se triplicaron las consultas para "ayudar a los padres a regular el uso de Internet en sus hijos".

En este sentido aconsejó que lo ideal sería que "las familias ejecuten una política de convivencia en lo digital donde prevalezcan límites". Las leyes y campañas de prevención alrededor del tema son relativamente recientes, pero en lo digital la metodología del delito se actualiza y atraviesa todas las barreras virtuales.

El acosador sexual va a "buscar a los chicos y chicas donde ellos están, se borronean los límites y pueden estar en todas las plataformas". Esto significa que con cualquier dispositivo que pueda conectarse a la red es suficiente. Incluso en ámbitos donde no prima tanto la comunicación como los videojuegos online.

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Debido a la naturaleza del agresor, la situación puede empezar por medio de un videojuego para después migrar a una red social más directa como Facebook o WhatsApp. Los números que maneja la organización dicta que en Argentina 8 de cada 10 víctimas son niñas, sin embargo se han encontrado con una frecuencia cada vez mayor en donde los agredidos son varones.

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Al respecto, Navarro remarcó la importancia por parte de los padres de subsanar la relación con sus hijos en términos digitales. "Venimos predicando hace años que el adulto se corre, autoexcluye y mira para otro lado. Tratamos de rescatarlos para que sean parte", explicó.

Cómo reaccionar y defenderse ante un caso de grooming

El director del Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) del Ministerio Público Fiscal de CABA, Enrique Del Carril, aseveró que al encontrarse con esta situación "lo primero es no hacerse pasar por sus hijos para descubrir al agresor, porque en un juicio se pierde la validez legal".

Además, "el groomer se da cuenta de que lo descubrieron y borra toda la información y se pierdan las pruebas del delito", describió el experto en seguridad informática.

En el marco de la inmediatez, Del Carril recalcó que la siguiente acción "es realizar la denuncia por todos los medios disponibles". En la Justicia, dado que las víctimas están identificadas, "con menores de por medio, la reacción es inmediata", aseguró.

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La necesidad de exigir respuestas de forma inmediata "es una antítesis que llevan a los chicos a no confiar en papá y mamá", describió Navarro. "Nosotros mismos acompañamos a las familias y somos un nexo para avanzar en las causas judiciales", afirmó.

Basándose en la práctica y experiencia combatiendo este tipo de ciberdelitos, el director del CIJ explicó que "no hay un perfil determinado". Los victimarios pueden ser tanto jóvenes, como adultos y de ambos sexos.

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A su vez, prevén que "un análisis lógico sería que haya un aumento de estos casos". El cuerpo realiza sus investigaciones por datos que les llegan a través de distintas vías de información y denuncias realizadas.