Éxodo en Comodoro Py: Ballestero, un camarista que incomoda al poder
Y finalmente, sólo quedarán dos. La Cámara Federal, uno de los lugares más importantes dentro de la estructura de Comodoro Py, quedará muy posiblemente casi vacía. Jorge "Pati" Ballestero pidió una licencia por 20 días en su puesto y las chances de que vuelva después de eso son muy pocas.
Ballestero viene con problemas de salud desde hace bastante tiempo y había iniciado los trámites jubilatorios. La situación se apresuró luego de las críticas y denuncias que recibió junto a su colega Eduardo Farah por el fallo donde excarcelaron a Cristóbal López.
Mañana, el Consejo de la Magistratura tiene la posibilidad de trasladar a Farah a otro tribunal, de acuerdo a lo que él mismo pidió: una transición en el fuero en lo penal económico para terminar como juez de un tribunal oral en San Martín. Ya desde el Gobierno adelantaron que le otorgarían ese pase mágico para "descomprimir" la situación.
De los seis puestos que se reparten en las dos salas que tiene la Cámara quedarían entonces solo dos. Por un lado, su presidente Martín Irurzun y Leopoldo Bruglia, un ex juez de tribunal oral federal que fue "trasladado" por el oficialismo a ese lugar.
La situación trae problemas pero también guiños. Con sólo dos integrantes (para colmo, Irurzun se va de licencia unas semanas), las resoluciones en causas importantes se van a retrasar indefectiblemente. Lo interesante es que el Gobierno tiene la posibilidad de "copar" la Cámara.
En las próximas semanas, debería tratarse el pliego de Mariano Llorens, un secretario de carrera judicial que atravesó todas las instancias del concurso por la vacante que dejó en 2007 el poderoso Gabriel Cavallo. Quedan, así, tres puestos a definarse. Ya hubo sondeos al respecto entre jueces de tribunales orales federales.
El inconveniente es que muchos de ellos tienen juicios complejos por delante y la doble tarea se les haría imposible. La pelota está ahora en manos del oficialismo que, como nunca antes, tiene la posibilidad de hacer valer sus simpatía dentro del principado de Retiro, donde los jueces suelen mirar con recelo a muchos de los "interlocutores" que usa Cambiemos.