Desafía Occidente a Rusia, pero China no define su lugar en el mapa del conflicto
Donald Trump se sumó a la escalada de rechazo a Rusia. El Presidente de Estados Unidos no pudo abstenerse del conflicto entre Theresa May y Vladimir Putin, y tomó partido. Ayer, anunció la expulsión de 60 diplomáticos rusos de tierra estadounidense en represalias por el ataque con gas venenoso al doble espía Sergei Skripal y su hija Yulia.
48 miembros de las embajadas y 12 funcionarios de las Naciones Unidas, se suman a los más de 100 diplomáticos rusos exiliados que deberán volver al Kremlin desde Inglaterra, Canadá, Australia, Francia, Alemania, Italia, Dinamarca, República Checa, Lituania y Ucrania.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) fueron los últimos en sumarse. Esta mañana, el secretario general Jens Stoltenberg comunicó su decisión en una rueda de prensa: "He retirado hoy la acreditación a siete personas de la misión rusa ante la OTAN. También voy a rechazar las demandas de acreditaciones pendientes de otras tres”, aclaró desde la sede de Bruselas.
Mientras tanto, el Kremlin no se queda callado. El viceministro de exteriores, Serguéi Riabkov comunicó este martes que responderán al castigo internacional de la misma forma: "Habrá una respuesta simétrica; en los próximos días trabajaremos y daremos una respuesta a cada país".
Sin embargo, el trato con Estados Unidos será diferenciado. "Estamos preparados para un trabajo constructivo, lo continuaremos, pero la decisión de ayer de las autoridades estadounidenses sobre nuestras misiones diplomáticas no quedará sin una respuesta dura", advirtió sobre la decisión de Trump.
Idas y vueltas, expulsiones y diplomáticos volando por los continentes. Los países occidentales se unen en un frente conjunto para combatir a Rusia, quién todavía no presentó sus aliados. ¿Hasta dónde crecerán la consecuencias? ¿Sergei Skripal será el nuevo Archiduque Franz Ferdinand?