Mientras el papa Francisco se limitó a enviar telegramas protocolares desde arriba del avión que lo llevó a Chile, el Gobierno nacional se sirve de las máximas del sumo pontífice para avanzar con sus políticas de Estado. Esta mañana, citando a sumo pontífice, el presidente Mauricio Macri indicó: "Como pide el Papa, hay que insistir con la cultura del trabajo”.

La reforma laboral, encajonada por la pérdida de poder político que dejó el tratamiento de las modificaciones previsionales, salió del cajón de la Casa Rosada donde prolongaba cada vez más su descanso. El broche de oro del reformismo permanente no será tratado en sesiones extraordinarias, pero el Gobierno confía en debatirla en abril con el aval de la CGT, un sector del PJ y las palabras del Papa como eslogan.

El telegrama de Francisco recibió la misma respuesta que todos los mensajes esquivos y protocolares que envía a la Argentina desde que desembarcó en el Vaticano: un Macri que lo espera con los brazos abiertos y que parece no saber -o no quiere- leer lo que el sumo pontífice dice entre líneas.

El mensaje del Papa: "Al sobrevolar el espacio aéreo argentino, le brindo mis calurosos saludos y envío desde el corazón mis buenos deseos a toda la gente de mi madre patria, asegurándole mi cercanía y bendiciones. Les pido a todos, por favor, que no dejen de rezar por mí"

"La Argentina es su casa, su tierra. Él no necesita invitación. Cuando el considere el mejor momento para visitarnos, lo esperaremos con los brazos abiertos", declaró el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en conferencia de prensa desde la Casa Rosada.

Amistad no recíproca: utiliza Macri la figura del Papa para sacar del cajón la reforma laboral

Marcos Peña: "no había una reforma laboral, sino que lo que hay es un reformismo permanente"



En Santiago de Chile, Francisco visitó el Complejo Penitenciario Femenino de San Joaquín junto con la presidente Michelle Bachelet. Bergoglio brindó un discurso para las reclusas y dialogó con algunas de las detenidas.

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Francisco: "Pueden privarlas de la libertad pero no de la dignidad. Nadie puede ser privado de la dignidad. Estar privadas de la libertad no es sinónimo de pérdidas de sueños y esperanzas"

"No nos dejemos cosificar. Díganse 'No soy un numero, soy fulano de tal, que gesta esperanza'"