La diabetes es una enfermedad que afecta a uno de cada diez argentinos. Pero la clasificación es simple: tipo 1 o 2. La primera, que la padece sólo el 10% de todos los diabéticos, aparece generalmente de forma brutal en la niñez o en la adolescencia por una producción insuficiente de insulina en el cuerpo. En cambio, el tipo 2, mucho más común, se produce a causa de un alza prolongada de la taza de azúcar en sangre.

Sin embargo, esta tipología queda antigua ante los avances de la ciencia, y los científicos suecos proponen modernizarla. En un estudio de la revista especializada Lancet Diabetes & Endocrinology, se explica cómo afinarían la clasificación instaurando cinco categorías, tres severas y dos más benignas.

"Es un primer paso hacia el tratamiento personalizado de la diabetes. La clasificación actual no es suficiente para predecir las complicaciones que pueden presentarse", explicó Leif Groop, uno de los autores a AFP.

El estudio constó de analizar los datos de 13.720 pacientes desde 2008, analizando su producción de insulina, su nivel de azúcar en la sangre o la edad en la que apareció la enfermedad.

Categorías nuevas

1. La primera categoría correspondería al actual tipo 1.

En cambio, las otras cuatro serías una subdivisión de la diabetes tipo 2 actual.

2. Una se caracterizaría por el riesgo alto de retinopatía (enfermedad de la retina que afecta a casi el 50% de los diabéticos de tipo 2)

3. Una categoría distinta para pacientes obesos, caracterizada por una importante resistencia a la insulina, con riesgo elevado de afección renal.

4. Obesos que desarrollaron la enfermedad a temprana edad.

5. Obesos que la contrajeron siendo mayores.

Diez millones más de personas padecen diabetes que en 2015, según cifras publicadas a mediados de noviembre por la Federación Internacional de Diabetes (FID).