Elon Musk es un genio. Pocos pueden refutar esa premisa. El creador de Tesla y SpaceX consiguió 4 millones de dólares en menos de un día vendiendo lanzallamas. Sí, leyó bien: lanzallamas.

En un golpe digno de una película de ciencia ficción atenta a un apocalipsis, Musk, a través de su empresa The Boring Company, facturó millones en la preventa de un arma que es promocionada como un juguete y comercializada a precio de tal. 500 dólares la unidad y envíos a todo el mundo sirvieron como estimulante para que solo queden mil disponibles.

"Cuando llegue el apocalipsis zombie, estarás contento de haberte comprado un lanzallamas", animaba el CEO de esta compañía dedicada a la construcción de tuneles, pero que todavía no construyó ninguno. Es más, se sostiene vendiendo gorras de la marca y lanzallamas.