En el Luzhniki Stadium de Moscú, el seleccionado de Francia se consagró campeón en el Mundial de Rusia 2018 al golear por 4-2 a su par de Croacia y obtuvo su segunda Copa del Mundo en la historia, tan solo 20 años después de la primera.

Con goles de Mario Mandzukic, en contra, Antoine Griezmann, de penal, Paul Pogba y Kylian Mbappé, los dirigidos por Didier Deschamps se impusieron ante un combinado croata que poco pudo hacer contra la efectividad francesa.

En un Mundial en el que las potencias dijeron adiós demasiado rápido, Francia ganó seis de los siete partidos disputados (solo empató ante Dinamarca, en Fase de Grupos) exhibiendo pasajes de buen juego con la verticalidad y la velocidad como arma letal.

Luego de un comienzo vertiginoso de Croacia durante los primeros diez minutos, en el que ejerció una feroz -pero desgastante- presión alta sobre la salida de Hugo Lloris, Francia logró tomar el control del partido y, tras una falta inexistente, se puso en ventaja gracias a un gol en contra de Mandzukic, que desvió un centro de Griezmann.

Con la mínima ventaja, los galos pudieron ofrecer el juego que más le gusta: replegarse y salir de contraataque. Sin embargo, el avance croata tuvo su rédito gracias a un potente remate de Ivan Perisic desde el área grande.

Sin embargo, la paridad duraría tan solo diez minutos, ya que una mano del mencionado volante del Inter de Milan revisada por el VAR fue sancionada con la pena máxima y canjeada por gol por Griezmann.

Rusia 2018: se corona Francia campeón del mundo por segunda vez en la historia al golear a Croacia

En el complemento, con la urgencia de la derrota, Luka Modric e Ivan Rakitic condujeron a su equipo en busca de una nueva igualdad. Pero, otra vez, los franceses mostraron sus cualidades liquidando el encuentro de contraataque con goles de Pogba y Mbappé.

Y aunque un insólito error de Hugo Lloris, aprovechado por Mandzukic, recortó distancias en el marcador, Croacia se volcó completamente al ataque en busca de la épica con más coraje y desesperación que ideas, lucidez y resto físico.

De esa manera, la Selección de Francia dejó consumir los minutos para alcanzar su segunda Copa del Mundo en la historia, tan solo 20 años después de la primera, como local, que fue levantada por Deschamps, aunque en esa ocasión como jugador y capitán de un grandioso equipo que tuvo a un sublime Zidane como figura.