Ampliar contenido

El partido fue trabado y ninguno de los dos equipos logró imponerse en el juego, a pesar de que Croacia intentó un poco más que el local. Rusia, por su parte, volvió a apostar a un juego trabajado, con un equipo corto y mucha presión al rival. El primer tanto llegó  a los 31’ del PT: Denis Cheryshev volvió a hacer un golazo (se despide del Mundial con cuatro visitas a la red). El ruso sacó un zurdazo que se colgó en el palo derecho de Subasic, que ni siquiera voló para intentar sacar la pelota.

Sin embargo, la ventaja parcial duró poco. Apenas ocho minutos después, Andrej Kramaric igualó el encuentro de cabeza, después de un centro perfecto de Mario Mandzukic. Durante el segundo tiempo, más allá de alguna llegada aislada, ambos equipos decidieron no arriesgar de más y forzaron el empate hacia el tiempo suplementario.

A los 10 minutos del primer tiempo extra, Domagoj Vida metió el 2-1 ganándole a todos de cabeza dentro del área. Sin embargo, Rusia no se dio por vencido y logró conseguir el empate en los minutos finales del partido: Mario Fernandes ganó de cabeza después de un centrazo de tiro libre de Smolov.

Danijel Subasic e Igor Akinfeev atajaron un disparo por lado, pero Fernandes, que marcó el gol agónico del partido,  erró para los rusos, tirando la pelota por el costado que no suma del palo izquierdo. Ratikic fue quien aprovechó la falla y metió el último penal para meter a Croacia en las semifinales del Mundial.

Los croatas jugarán el miércoles ante Inglaterra por un lugar en la final. El ganador se enfrentará al vencedor del duelo entre Bélgica y Francia.