Tailandia: rescatan a ocho chicos de la cueva en el segundo día del operativo
La operación de evacuación de doce niños y su entrenador de fútbol, atrapados en una cueva inundada de Tailandia desde hace 15 días comenzó durante la madrugada del domingo con el rescate de cuatro de ellos, mientras que para el mediodía del lunes ya habían podido extraer a ocho. Los demás serán rescatados, uno por uno, en el transcurso de los próximos dos días.
Kongcheep Tantrawanit, portavoz del ministerio de Defensa, explicó que la cueva está configurada en varias cámaras y, una vez que alcanzan la tercera de ellas, donde se encuentra la base de socorro, los niños pueden salir caminando.
El rescate de los jóvenes que todavía están encerrados en la cueva del norte de Tailandia se reanudará recién en la madrugada del martes, anunció Narongsak Osottanakorn, responsable de la célula de crisis, tras la evacuación exitosa de los primeros ocho adolescentes.
"Los niños están preparados para afrontar todos los desafíos", habían declarado Osottanakorn al momento de lanzar el operativo, en el que participan "trece especialistas de nivel mundial llegados de países con experiencia" en espeleología que ya se dirigen hacia el lugar donde están los chicos.
El rescate
La célula de crisis, como se denomina en Tailandia al equipo de socorristas que operan contrarreloj, consideró durante las últimas horas del sábado que las condiciones actuales para una evacuación eran "perfectas", especialmente en lo relativo al nivel del agua en la cueva.
Por eso, ordenaron evacuar de inmediato el área de la cueva para despejar el lugar y "ayudar a las víctimas". "Todos los que no están implicados en la operación deben salir de la zona inmediatamente", anunció la policía por altavoz en el lugar, donde se encuentran cientos de periodistas. "Debemos utilizar la zona para ayudar a las víctimas", agregó.
Hasta el momento, un buzo de los Navy Seal necesita al menos 11 horas para completar el trayecto de hasta los niños y volver: seis de ida y cinco de vuelta, gracias a la corriente. El recorrido hasta la zona en la que están bloqueados es de varios kilómetros, tiene varios tramos angostos y otros que se tienen que realizar bajo el agua y son, casi en su totalidad, bajo una espesa oscuridad.
La muerte de un exbuzo de la marina tailandesa el viernes durante una operación de abastecimiento ilustró el nivel de riesgo del trayecto. Además, una buena parte de los niños, de entre 11 y 16 años, no saben nadar y ninguno ha practicado submarinismo.
La urgencia de las lluvias
Los servicios de rescate lograron estabilizar los niveles de oxígeno insertando una tubería de varios kilómetros para hacer llegar este gas vital a la zona en la que los chicos y su entrenador se encuentran arrinconados hace 15 días.
Sin embargo, las incipientes lluvias que podrían llegar a caer en los próximos días reducirían una buena parte del saliente fangoso en el que se refugia el grupo. Esta complicación, sumada a las mencionadas anteriormente, convierten a la cueva en una trampa natural mortal.
El sábado por la noche cayó un intenso aguacero durante una media hora que recordó la urgencia de evacuar a los niños.
Como alternativa a la evacuación por buceo, los equipos realizaron unas 100 perforaciones verticales en la montaña. Algunas de ellas son poco profundas, pero una tiene unos 400 metros de profundidad.
Los servicios de socorro estudiaban desde hace algunos días la conveniencia o no de llevar a cabo una evacuación peligrosa, ya que las lluvias del monzón que se esperan podrían arruinar los esfuerzos continuos de los últimos días para bombear agua de la cueva.