La ola de denuncias y consecuentes caídas de hombres poderosos de los medios que provocó el MeToo en Hollywood marcaron un cambio de época. Ciertos usos y prácticas dejaron de ser silenciados y mirar para otro lado dejó de ser una opción. En ese contexto, este jueves llegó a los cines El Escándalo, la película escrita por Charles Randolph y dirigida por Jay Roach, que cuenta con las actuaciones de Charlize Theron, Nicole Kidman y Margot Robbie.

Basada en hechos reales (y recientes), el film retrata un importante momento de la campaña del 2016 por la presidencia de Estados Unidos, cuando se conocieron las denuncias por acoso sexual contra Roger Ailes, CEO y uno de los fundadores de Fox News. Fallecido en 2017, Ailes trabajó como consultor para presidentes republicanos (Richard Nixon, Ronald Reagan, George H. Bush) y se desempeñó como asesor en la campaña de Donald Trump. En ese momento, la denuncia pública de la conductora estrella de Fox News, Gretchen Carlson, precursora del MeToo, sacudió el mundo de los medios.

Randolph tiene experiencia en esta clase de películas, dramas basados en hechos reales. Antes de El Escándalo (Bombshell, su nombre original), fue guionista de películas como La gran apuesta (2008), el film que retrató el estallido de la burbuja inmobiliaria de 2008. Roach, en cambio, viene de un universo más relajado pero igual de exitoso, por lo que fue un desafío interesante. Es responsable de hits como La familia de mi novia (2000), Los Fockers (2004) y tres de Austin Powers. También fue director de la biopic Trumbo (2015), que cuenta la vida del guionista de Hollywood Dalton Trumbo.

La denuncia de Gretchen Carlson, que en la película es interpretada por Nicole Kidman, generó un efecto cascada en denuncias contra Ailes (interpretado por John Lithgow) y la cultura machista en la que se circunscribió toda la cadena. Charlize Theron interpreta a Megyn Kelly, periodista de Fox News que se enfrentó a Trump en 2016, cuestionando sus comentarios machistas, y que tras denunciar los abusos de Ailes y se fue al canal rival NBC. El personaje de Margot Robbie, la productora Kayla Pospisil, en cambio, es ficticio.

Es importante recordar que tanto el movimiento del MeToo como el Time’s Up estallaron un año después de las denuncias de Carlson y otras empleadas de Fox News, lo que realza la valentía de las denunciantes ante un contexto no tan favorable, sin todo un apoyo mediático por detrás. Roger Ailes, que en un principio negó las acusaciones, pudo renunciar y llevarse unos 40 millones de dólares como compensación. La familia Murdoch, principales accionistas de la cadena, fueron quienes lo “invitaron” a renunciar luego de ver la revisión interna con las denuncias de todas las mujeres acosadas por Ailes.

Sin embargo, el consultor de medios y ejecutivo de televisión no debió responder ante la justicia por sus actos ya que murió en el 2017, antes de enfrentar un juicio. Megyn Kelly, en el 2016 escribió un libro en el que describió los detalles de su acusación contra Ailes. Otras demandantes afirmaron que la cadena estaba al tanto del accionar del consultor y que negaban las acusaciones o arreglaban económicamente con las víctimas.

El escándalo se trata, entonces, de un acercamiento a los recientes movimientos feministas que marcaron un cambio de época, también en los medios y la industria audiovisual en general. Con el mensaje de que el acoso y el abuso ya no serán tolerados, ni siquiera si son perpetrados por los hombres más poderosos de los medios, un sector que parecía esquivar las denuncias y acusaciones, pero que ya no serán intocables.